Cada uno de los participantes hizo un compromiso para continuar trabajando por la iglesia y los jóvenes. Además, se hizo un reconocimiento especial a los asesores que colaboraron con la actividad.
La delegación de peregrinos de la Diócesis de Chillán que participó en la JNJ, en enero recién pasado, se reunió en un encuentro muy emotivo como una forma de materializar las experiencias vividas en La Serena. Los peregrinos de la Diócesis se dieron cita en las instalaciones del Colegio La Purísima Concepción de la capital regional de Ñuble en donde los esperaba además la barca, símbolo del Jubileo 2025.
La actividad fue organizada por el Departamento Juvenil de la Diócesis a cargo del padre Sebastián Uribe, quien hizo un agradecimiento especial a los animadores juveniles que acompañaron a las distintas delegaciones en La Serena. El sacerdote también agradeció al equipo de la Pastoral Juvenil que organizó la logística en la Cuarta Región.
En la instancia, los jóvenes participantes hicieron un compromiso personal y espiritual que les permita capitalizar todo lo vivido en la JNJ 2025. La actividad finalizó con la Adoración al Santísimo, encabezado por el padre Sebastián y por el sacerdote Darwin Mardonez. También, se hizo entrega de un altar, réplica de los altares que los peregrinos regalaron en las casas de acogida durante los días de la JNJ.
Me comprometo
Fernando Bocaz, de la Parroquia San Bernardo de Chillán Viejo, dijo que “la JNJ fue una experiencia muy bonita y volvimos con muchas ganas de hacer más actividades. Mi compromiso es seguir en la iglesia, invitar a jóvenes como yo a acercarse a Dios para que entre todos podamos servirla”.
Joaquín Tamayo de San Nicolás dijo que “la JNJ fue maravillosa, siento que me he acercado más al Padre Creador y amo la oportunidad de estar con todos mis compañeros. Mi compromiso es amar a toda la gente que participó de esta experiencia que fue realmente inolvidable”.
Alejandro Garrido de Coihueco señaló que “mi compromiso es ser más constante para ir a misa y participar en las actividades que impulsa mi parroquia. La JNJ fue una experiencia que nunca voy a olvidar”.
Por último, Eugenio Torres, monitor de Cachapoal, precisó que “después de la JNJ nos hemos dado cuenta que los jóvenes no han dejado de seguir a Jesús y eso nos reconforta”.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 17-03-2025