Llamado del Arzobispo a ser “testigos creíbles del Evangelio y protagonistas en estos nuevos tiempos”
La solemne Eucaristía congregó a feligreses representantes de todas las parroquias de la Arquidiócesis, así como también a religiosas(os), diáconos y sacerdotes. La celebración la presidió el arzobispo René Rebolledo Salinas, acompañado del obispo auxiliar Enrique Balzan Caruana.
En la primera parte de la homilía, citando pasaje de la segunda lectura leída en la celebración, saludó el arzobispo: “Me valgo de una parte de la segunda lectura que acabamos de oír -pasaje del Apocalipsis- para saludarlos a todos: “Les deseo el favor y la paz de parte de Aquel que es, que era y que será” (Ap1, 4b). El favor y la paz son bendición de Dios; la recibimos por medio de su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo. Quien tiene la bendición y la paz, cuenta con regalos maravillosos, ambos provienen del gran amor de Dios por nosotros”.
Luego, teniendo presente los textos bíblicos, especialmente el Evangelio (cfr. Lc 4, 16 – 21), manifestó: “Como animé a los Jóvenes Peregrinos de la Esperanza, en la eucaristía solemne de clausura en el Faro Monumental, al finalizar la Primera Jornada Nacional de la Juventud: “El Espíritu del Señor toma posesión también de nosotros, quiere animarnos a ser testigos de su caridad para que optemos por los pobres, para que liberemos a los cautivos, para que entreguemos luz a los ciegos, para que demos esperanza a los oprimidos… Cada uno de nosotros está llamado a ser protagonista de este nuevo tiempo, dando humilde testimonio de la Buena Noticia de Jesucristo. Es el Espíritu Santo quien nos anima y fortalece, el que toma posesión de nosotros, para que seamos testigos creíbles del Evangelio”.
Finalizando la homilía, con palabras muy sentidas, exhortó a sacerdotes y comunidades, a estar atentos a los desafíos que presenta la sociedad hoy, señalando algunas actitudes a observar: “La presencia, la acogida, la palabra consoladora, el gesto fraterno, la ayuda oportuna. Siendo todos peregrinos, todos necesitados, en camino a la Casa del Padre, podamos brindar modestamente nuestro aporte a fin de que tengamos en Cristo un presente, como un porvenir de esperanza. ¡Que así sea!”.
Rodolfo Soto Alfaro, feligrés de la parroquia “La Inmaculada” de Ovalle, participó por primera vez en la Misa Crismal y compartió lo significativa que fue esta experiencia para él: “La viví intensamente, especialmente por los signos litúrgicos, como la bendición de los óleos. Me conmovió ver reunidos a todos los sacerdotes que sirven en nuestra Arquidiócesis, reflejando una gran fraternidad entre ellos”, señaló. Asimismo, destacó la alta participación de fieles en la Catedral de La Serena, afirmando que “verla repleta da cuenta de que nuestra Iglesia sigue viva, y eso nos llena de profunda esperanza”.
Amelí Cepeda, joven integrante de la Pastoral Juvenil “Kerygma” de la parroquia “Nuestra Señora de Lourdes” de La Serena, expresó con emoción lo que significó para ella participar de la Misa Crismal. “Vivir esta Misa fue maravilloso. Para mí, como joven, fue muy significativo porque lo hermoso de esta celebración da cuenta de la alegría y la fe”, comentó. Además, valoró profundamente la guía de su catequista durante la liturgia: “Vine acompañada de mi catequista, quien de forma muy detallada me fue explicando cada uno de los signos. Fue una experiencia muy hermosa que compartiré con mis compañeros”.
La jornada concluyó con un encuentro fraterno en el patio del Arzobispado, donde delegaciones de las parroquias –incluso de zonas tan distantes como Combarbalá, Carén y Monte Patria– compartieron la alegría de este día, retornando a sus hogares pasada la medianoche.
Día del Sacerdocio Ministerial
Cabe destacar que, como ya es tradición en la Arquidiócesis, durante el Miércoles Santo también se celebra de forma anticipada el Día del Sacerdocio Ministerial. Por ello, durante la mañana los sacerdotes participaron de un Retiro Espiritual en la Casa de Ejercicios “El Tránsito”, ocasión propicia para la oración, reflexión y el compartir fraterno.
La jornada dio inicio con un momento de oración, para después dar paso a la primera intervención, animada por los sacerdotes Félix Levin Alvial y Marcelo Gálvez Humeres, quienes abordaron la pregunta: “¿Cómo vivo la esperanza desde el ministerio sacerdotal?”. Posteriormente, el Pbro. José María Recondo, sacerdote argentino y doctor en Teología con especialidad en espiritualidad, ofreció una profunda reflexión en torno a la esperanza desde la Palabra de Dios.
En la misma instancia, el Pbro. Ariel Robledo Díaz, asesor de la Pastoral Juvenil – Vocacional Arquidiocesana, junto a Macarena Toro, Secretaria Ejecutiva de la Jornada Nacional de la Juventud La Serena 2025, entregaron oficialmente al arzobispo tres tomos que recopilan las memorias de esa significativa jornada. “Queremos agradecer a cada parroquia que fue parte de esta instancia. Este material será una herramienta clave, tanto operativa como pastoral, para quienes deseen replicar experiencias de este tipo”, expresó Macarena Toro.
El retiro concluyó con la bendición final otorgada por el arzobispo René Rebolledo Salinas, acompañado por Mons. Enrique Balzan Caruana, gesto que coronó una jornada de profundo recogimiento, comunión y renovada esperanza para el presbiterio que sirve en la Arquidiócesis.
Fuente: Comunicaciones La Serena
La Serena, 17-04-2025
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