"La Pascua tiene como centro a Jesucristo, muerto y resucitado" Obispo Isauro Covili en la Vigilia Pascual

Obispo de Iquique llamó a vivir una Pascua que transforme la vida y fortalezca la misión cristiana.

"La Pascua tiene como centro a Jesucristo, muerto y resucitado" Obispo Isauro Covili en la Vigilia Pascual

En una Catedral repleta de fieles, el obispo Isauro Covili llamó a vivir la Pascua como una experiencia transformadora, destacando el protagonismo de las mujeres y el testimonio valiente de la fe cristiana.

Domingo 20 de Abril de 2025
En una Catedral colmada de fieles, la Diócesis de Iquique celebró con profunda devoción la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo. La solemne liturgia comenzó con la bendición del fuego y la liturgia de la luz, signos que marcan el paso de la oscuridad a la esperanza de la Resurrección.

La Eucaristía fue presidida por el hermano Isauro Covili Linfati, obispo de Iquique, concelebrada por el padre Javier Sáez, y acompañada por los diáconos Gabriel Alburquenque y Milton Jorquera. Uno de los momentos más conmovedores se vivió al entonar el himno del Gloria, signo del anuncio de que Cristo ha resucitado.

“La Pascua tiene como centro a Jesucristo, muerto y resucitado. Es la gran proclamación que la Iglesia hace en esta noche sagrada”, expresó el pastor diocesano al comenzar su homilía, invitando a los presentes a vivir esta celebración no solo como un rito, sino como una verdadera experiencia de transformación interior, fe activa y compromiso misionero.

En su mensaje, el obispo destacó que en toda la historia de la salvación es Dios quien toma la iniciativa: “Un Dios que elige, consagra, libera, regala un corazón nuevo”. A partir del Evangelio proclamado, remarcó la pregunta dirigida a las mujeres que visitaban el sepulcro: “¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?”, interrogante que —según el obispo— debe guiar el caminar cristiano y catequético de toda la Iglesia.

Otro de los énfasis de su reflexión fue el rol protagónico de las mujeres en la Pascua: “Las mujeres de la Pascua son las mismas mujeres del alba, que anuncian a Aquel que vive. Aunque no lo han visto, creen porque tienen la certeza de que su Palabra es verdadera”.

Asimismo, resaltó que el mayor testimonio de la Resurrección es la vida entregada de quienes creen sin haber visto. “Nadie daría la vida por algo si no creyese en ello. El testimonio de los apóstoles, de la Iglesia, de tantos mártires… es la señal más elocuente de que Jesús resucitó”, subrayó.

Hacia el final de su predicación, el hermano Isauro invitó a dejarse interpelar por el Resucitado, que “nos desacomoda y nos complica la vida”, para asumir con valentía una fe que desafía la lógica del mundo. “El discípulo de Jesús es aquel que permite que Dios le complique la vida”, afirmó.

Concluyó alertando sobre el peligro de un desarrollo humano sin trascendencia: “Si todo lo humano lo vaciamos de la trascendencia divina, del mensaje del Resucitado, entonces iremos de mejor a peor”. Frente a ello, llamó a caminar con esperanza desde las pequeñas comunidades: “Que esta noche nos renueve en la fe y nos fortalezca como Iglesia sencilla, fraterna, pobre y misionera, al estilo de las mujeres de la Pascua”.

La celebración culminó con un anuncio que resuena en lo más profundo del corazón cristiano: ¡Cristo ha resucitado! Verdaderamente ha resucitado. Aleluya.

Fuente: Comunicaciones Iquique
Iquique, 20-04-2025
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