Iglesia de Chillán invita a orar por la presencia de Dios entre nosotros

Te Deum de Fiestas Patrias 2007 en Chillán

Iglesia de Chillán invita a orar por la presencia de Dios entre nosotros

Una de los más fervientes llamados de monseñor Carlos Pellegrin fue a "matar el odio" y a "salvar el alma de Chile".

Martes 18 de Septiembre de 2007
Un llamado en oración a Dios para que se quede entre nosotros, aunque no siempre hayamos sabido reconocerle a través de la historia, fue el principal mensaje del Obispo de Chillán, monseñor Carlos Pellegrin Barrera en la celebración local del Te Deum de Fiestas Patrias 2007, realizado este martes 18 de septiembre, a las 11 horas, en la Iglesia Catedral.

“Ven a Chile, Espíritu Creador” fue el título que encabezó la homilía entregada por el pastor diocesano, quien por primera vez preside esta tradicional celebración litúrgica en la capital de Ñuble, debido a que el año pasado para esta fecha se encontraba realizando actividades episcopales en la Santa Sede.

El Te Deum es un Canto de Acción de Gracias a Dios, y tiene sus orígenes en el siglo IV. Nuestro país es uno de los pocos del mundo que celebra un Te Deum con motivo de su fiesta nacional. La palabra Te Deum significa “A ti, oh Dios”, y son las primeras palabras de este Cántico de Alabanza. El Te Deum se celebra tradicionalmente en Chile desde 1811, año en que José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época que celebrara una Acción de Gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta Nacional de Gobierno. En sus primeros años el Te Deum se celebraba al final de la misa. Sólo a partir de 1870, a petición del entonces Ministro de Culto, Miguel Luis Amunátegui, el Te Deum se celebró sin Eucaristía.

“Ven a Chile, Espíritu Creador”

En esta ocasión, frente a la cruz del Señor, y en comunión con todos los hermanos cristianos y no cristianos de la provincia, la Iglesia de Chillán oró para que el Bicentenario nos encuentre con una sociedad chilena más justa, solidaria, alejada del odio entre los hermanos y agradecida del amor de Dios a nuestro pueblo.
En su homilía, el Obispo de Chillán, invitó a los chillanenses y ñublensinos a orar por la presencia de Dios en medio del pueblo chileno, para que “se quede con nosotros, en nuestras familias, iluminándolas en sus dudas y sosteniéndola en sus dificultades, consolándola en sus sufrimientos y en la fatiga de cada día, cuando en torno a ellas se acumulan las sombras que amenazan su unidad y su naturaleza.” Al respecto, llamó a pedir a Dios para que los hogares chilenos “sigan siendo los nidos donde nazca la vida humana abundantemente, donde se acoja, se ame, se respete la vida desde su concepción hasta su término natural.”

Asimismo, invitó a elevar plegarias por la presencia de Dios, especialmente, entre los más vulnerables, pobres y humildes; protegiendo además a nuestros niños, jóvenes, y adultos mayores.

Salvemos el alma de Chile

Otro importante aspecto de su mensaje fue el llamado a los hijos de esta tierra a “matar el odio” y “salvar el alma de Chile”, recobrando una invitación que en su momento hiciera al país el cardenal Raúl Silva Henríquez y contextualizándola a los tristes sucesos de violencia que hemos tenido que vivir en estas últimas semanas a nivel nacional.

“Es inquietante constatar el grado de violencia, los múltiples desmanes, y la falta de respeto por la vida humana, que exceden los límites legítimos de una protesta política organizada, y se confunden peligrosamente con actos de delincuencia protagonizados por el lumpen, bandas ligadas al narcotráfico y similares”, señaló monseñor Pellegrin.

Asimismo, manifestó que la Iglesia lamenta que la ley y el sistema procesal actual no logren todavía evitar la impunidad de tantos delincuentes que amenazan “el alma de Chile”, la familia, y la seguridad de tantos ciudadanos. De ahí, agrega, la necesidad de invitar, una vez más, nuestros legisladores, políticos y jueces, a continuar con sus esfuerzos y a seguir dando los pasos necesarios para matar a la violencia antes de que la violencia mate a Chile.

Por otra parte, extendió un agradecimiento “a todas aquellas personas que entregan su vida a diario en todos los rincones de la patria al servicio de los hermanos; dispuestos a sacrificar, si el deber los llamara, sus propias vidas por el bien común de todos los chilenos, como hermanos sin distinción”; personificándolas en la figura del cabo 1º de carabineros don Cristian Alexis Vera Contreras, “quien dejó una viuda y dos hijos pequeños en la orfandad, después de enfrentar una alevosa muerta recientemente en la población Pudahuel de Santiago Sur”.
Por todo lo anterior, monseñor Pellegrin reiteró el llamado de la Conferencia Episcopal de Chile a “educar para la paz”, como el gran desafío que Chile enfrenta en este momento histórico. Para ello, señaló que es necesario conversar el tema en el hogar, en el colegio, organizaciones comunitarias y sociales. “Es urgente tomar conciencia de que los altos niveles de agresividad, que afloran a través de la violencia intrafamiliar, la de no pocos escolares con sus compañeros más débiles, la descalificación de personas, especialmente mujeres, son una plataforma para el cultivo del odio que envenena y mata a Chile.”

“Sin justicia Social no puede haber democracia integral”

En su homilía, el Obispo de Chillán también tuvo palabras para reiterar un llamado a jugarnos por alcanzar una mayor justicia social para todos los chilenos. Al respecto, señaló que si bien los índices económicos son favorables y aún más auspiciosos para el futuro de nuestro país, aún no hemos entregado garantías para una mayor justicia y equidad social en la distribución de la riqueza.

Sobre este tema, el pastor diocesano expresó que, a escasos tres años de celebrar el Bicentenario de nuestra Independencia, “la agenda social de nuestra patria nos hace un llamado urgente a buscar consensos para dar prioridad a la lamentable situación de los más postergados de nuestra tierra”, agregando que por el bien de Chile debemos hacer todos los esfuerzos para superar la inequidad, e invertir las riquezas de Chile en educación, salud, viviendas dignas, transporte, y en todo aquello que dignifique la vida de los hijos de esta patria.

En el Te Deum de Fiestas Patrias 2007 participó una gran cantidad de chillanenses, encabezados por las principales autoridades civiles y militares de la provincia de Ñuble.

- Texto completo de la homilía

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 18-09-2007