Pidiendo especialmente por su eterno descanso, por sus familias, y por la paz de nuestra patria, los asistentes siguieron la liturgia con gran recogimiento. Al la ceremonia religiosa llegaron muchos parientes de los difuntos y en un ambiente de gran piedad, oraron por ellos.

Mons. Juan Ignacio en su homilía se refirió a la necesidad de la esperanza, al sentido del dolor cristiano, haciendo una evocación de los dolores de la Madre de Dios al pie de la cruz y a la necesidad del perdón, resaltando el ejemplo de esta comunidad que ha permanecido unida y movida por la fe en el gran dolor que sienten, sin por ello dejar de pedir el esclarecimiento de los hechos.

Durante las peticiones se oró por todos los desaparecidos y al final de la Misa, en un acto solemne cada familiar cercano de los trágicamente fallecidos depositó en el altar una rosa en recuerdo de sus seres queridos, a medida que se iba señalando su nombre.

Esta Misa se viene celebrando cada año el 18 de octubre y en esta ocasión fue especialmente emotiva pues hay una gran esperanza en las investigaciones que la justicia esta realizando en la zona costera de Colchagua.

Al final de la Eucaristía todos compartieron con el Sr. Obispo una convivencia, en la cual se agradeció su presencia y la acción de la Iglesia para ayudar a esclarecer estos hechos y llevar la paz a todas las familias afectadas.

Fuente: Comunicaciones San Bernardo
Santiago, 20-10-2007