En Punta Arenas con Casa de Acogida única buscarán atender alza notoria de personas en situación de calle
Una verdadera mesa de trabajo “hurtadiana” (inspirada en la labor de San Alberto Hurtado) se desarrolló la semana pasada en el Obispado de Punta Arenas, para analizar el actual escenario de apoyo a los indigentes en la diócesis magallánica. En este panorama surge con fuerza la necesidad de contar con un hogar o casa de acogida que permita a distintas instituciones unir fuerzas para solucionar el problema que agobia a las personas en situación de calle.
Ello se tradujo en que la demanda invernal por alojamientos en el Hogar de Cristo se viera largamente superada por la demanda, obligando a la institución de beneficencia a habilitar su capilla como dormitorio. El obispado, además, debió habilitar camas y dependencias para personas en dicha condición en el gimnasio de la parroquia San Miguel.
La reciente reunión marcó el segundo encuentro de todos los entes que trabajan con gente en situación de calle. La cita contó con representantes del Hogar de Cristo, el obispado y profesionales delegados de distintas autoridades de gobierno, en aras de ir coordinando este trabajo de ayuda a los más desposeídos.
La actividad contó con una completa exposición de Amada Catrilef, directora social de la filial regional del Hogar de Cristo. La asistente social instó a afrontar esta contingencia ahora y no verse en la obligación de actuar de emergencia entrado ya el invierno.
Reconoció un aumento significativo de la gente en situación de calle, con un promedio de 50 a 60 personas diarias atendidas en la comuna en el presente año (el Hogar de Cristo tiene capacidad para albergar a 30). Este fenómeno refleja un fuerte aumento de estas personas en la región, en lo cual preocupa un número creciente de mujeres en situación de calle, al no contarse con ningún lugar donde albergarlas: “y si hay una cifra creciente de mujeres con este problema, va a faltar muy poco para tener también niños en esta situación”.
Por su parte, el Obispo de Punta Arenas, Monseñor Bernardo Bastres Florence, indicó que ven que una solución al problema “estaría en una casa de acogida, que quisiéramos que en Punta Arenas fuera una sola casa, y que en esa casa estuvieran el obispado, el Hogar de Cristo y las autoridades de la intendencia, la gobernación y la municipalidad”.
Monseñor Bastres planteó que también quisieran coordinar a todos quienes hacen patrullajes en la calle. Para ello esperan hacer un mapa social para detectar dónde viven estas personas, ya que “nos damos cuenta que algunas de ellas reciben tres a cuatro visitas, a veces en la misma tarde o durante la misma semana, y otros no reciben ninguna”. Asimismo, se espera crear este equipo para coordinar y ver de qué manera se puede reubicar a estas personas. Hoy se hace con algunos la experiencia de querer sacarlos del alcoholismo, a otros atenderlos en salud, buscarles sacar sus documentos o un trabajo, “porque el sentido de ayudar a estas personas es el de promoverlas, no queremos que queden en la calle y estar haciendo un mero asistencialismo”. De ahí que al final de la reunión se acordó hacer una mesa de trabajo y en ella acordarán las próximas líneas a abordar.
Fuente: Comunicaciones Punta Arenas
Punta Arenas, 05-11-2007