La actividad reunió a una veintena de esposas de diáconos permanentes de la Diócesis de Chillán. Los temas fueron entregados por la Sra. Eliana Araneda, esposa del diácono Enrique Palet, vocero de la Conferencia Episcopal.
Una jornada de reflexión vivieron el fin de semana las esposas de los diáconos permanentes de la Diócesis de Chillán. El encuentro iniciado en la mañana del sábado 17 de noviembre, tuvo lugar en la Casa de Ejercicios Tabor, y contó con la presencia de la Sra. Eliana Araneda, esposa del diácono permanente del Arzobispado de Santiago y vocero de la Conferencia Episcopal, Enrique Palet.
El objetivo de la jornada fue profundizar en el rol de compañía y apoyo que ellas juegan en la vida familiar y el ministerio de sus esposos. Al respecto, Eliana Araneda indicó que si bien se trata de un acompañamiento sigiloso, es fundamental para el buen ejercicio de las tareas ministeriales de sus esposos diáconos y también en la complementariedad de éstos con sus roles de padres y jefes de hogar.
En cuanto a los temas que ha tratado en este encuentro, Eliana Araneda contó que se profundizó en “La doble consagración del diácono”, con énfasis en la relación con sus ambientes familiares y el rol que a la esposa le cabe como apoyo en esa realidad.
La jornada contó con la presencia de una veintena de esposas de diáconos permanentes. Entre ellas, Iris Abarzúa Carrasco, esposa del diácono Javier Carrillo, quien manifestó que esta fue una experiencia muy positiva en cuanto a la construcción de una mayor confraternidad entre las mujeres casadas con diáconos y, al mismo tiempo, necesaria para reflexionar entorno a realidades y temáticas de interés común.
Por su parte, Rosa Uribe Eguilustoy, esposa del diácono Luis Álvarez Henríquez, señaló la importancia que para ellas tiene conocer más profundamente sobre la vocación que sus esposos tienen, respetándoles y acompañándoles en cada una de las dimensiones que les corresponde atender y también practicando la generosidad para con la comunidad que sus esposos deben acompañar.
La jornada concluyó el domingo 18, con una misa que presidió el padre Raúl Manríquez Ibáñez, tras lo cual compartieron un almuerzo fraterno. En ambos momentos, las señoras fueron acompañadas por sus esposos diáconos permanentes.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 19-11-2007