En su mensaje destacó los esfuerzos que a nivel nacional se hicieron durante el 2007 en la búsqueda del diálogo y solución de conflictos, poniendo como ejemplo los acuerdos en el área de la educación.
Un llamado a pacificar nuestros espíritus y a buscar caminos de diálogo para nuestra convivencia familiar, cívica y social hizo el Obispo de Chillán, monseñor Carlos Pellegrin Barrera, en un saludo de Año Nuevo dirigido a la comunidad ñublensina.
Un especial saludo iba dedicado a las personas que sufren; a quienes enfrentan el dolor y la enfermedad; a los privados de la libertad; a los niños, a los jóvenes y a las familias, que siguen con su gran misión como pilar fundamental de nuestra sociedad.
En su mensaje, el pastor diocesano recordó la Carta Encíclica “Salvados en la Esperanza”, del Papa Benendicto XVI, indicando que nuestros espacios de convivencia deben ser cada día más respetuosos de la dignidad de todos, por el bien de nuestro pueblo, y particularmente de los más postergados. Asimismo, reconociendo las dificultades que como país hemos tenido en esta materia, señaló importante resaltar los esfuerzos que durante el año 2007 se hicieron por buscar nuevos caminos de diálogo y solucionar los temas pendientes de nuestro querido Chile, apuntando a una mayor justicia social. Un claro ejemplo de ello fue el tema de la Educación, donde todos los sectores lograron acercar posiciones frente al conflicto.
Sin embargo, apuntó que los esfuerzos deben continuar, pues todavía vemos violencia innecesaria en el seno del hogar, en los barrios, colegios, estadios, y en diversos ámbitos de la vida social.
Al respecto, el Obispo invitó a los ñublensinos a no quedarse atrás, convirtiendo nuestros sueños en concreta realidad y nuestros discursos en acciones, para que la próxima celebración del Bicentenario nos encuentre a todos en una actitud reconciliada y abierta a la construcción de un futuro mejor para todos.
Frente a los atentados contra la vida humana, que se gesta en el seno de la madre, de la que hemos sido testigos durante el año que concluye, monseñor Pellegrin renovó su llamado al respeto de la imagen del Creador en la persona humana. De esta forma, al celebrar la Jornada Mundial por la Paz, hizo un llamado a respetar la vida y la libertad religiosa de todos y reitero la posición de la Iglesia para el año 2008, de defender la vida, desde su gestación, como derecho humano fundamental necesario para la convivencia pacífica.
Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 01-01-2008