Carta mensual del Obispo de San Bernardo

Carta mensual del Obispo de San Bernardo

Dos temas relacionados aborda el Obispo de San Bernardo en su habitual comunicación mensual con sus diocesanos. La importancia de orar al Señor por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa y la necesidad de preocuparse para que los Seminarios de la Diócesis cuenten con los necesarios recursos para su funcionamiento. Todo ello en el contexto de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Domingo 4to de Pascua (13 de abril) y el Mensaje del Santo Padre para ese día.

Lunes 07 de Abril de 2008
En la misiva el Sr. Obispo señala que “en el curso de este Tiempo Pascual se sucede la celebración del domingo 4to. de Pascua con la Jornada de la Oración por las Vocaciones, en el día en que la liturgia nos recuerda el evangelio del Buen Pastor. La oración es el gran medio para nuestra santificación y para que nuestra acción sea coherente con la fe que enseñamos. Es el camino que nos enseña Jesús, que oró al Padre por sus apóstoles y futuros discípulos”.

“La llamada del Señor es el acontecimiento más vital y decisivo que ocurre en la vida de una persona y cuando se trata de la vocación al sacerdocio o a la vida religiosa marca para siempre una vida y la decide –si se es fiel – a una respuesta generosa que asegura el ciento por uno en esta vida y la vida eterna”.

Instó a los fieles que “por esta razón toda comunidad cristiana, toda familia católica debe vivir atenta a estos acontecimientos decisivos que ocurren entre sus miembros, de manera que cuando el Señor pasa y toca los corazones de los jóvenes estos sepan responder, porque recibe en sus familias y comunidades un decidido apoyo a esa generosa respuesta. Las vocaciones son un milagro de la gracia”.

En cuanto a las vocaciones sacerdotales señalo que en “El Seminario Mayor San Pedro Apóstol y el Seminario Menor “Mater Dei”. En el primero hay 34 seminaristas y en el menor 10 jóvenes. Sólo pensar en lo que significa mantener una casa donde viven casi 50 personas, incluidos los sacerdotes y el necesario personal, debería hacernos reaccionar y meditar seriamente en el compromiso personal y comunitario que todos deberíamos tener con nuestros seminarios, donde se forman los futuros sacerdotes. No se puede vivir ausente a esta realidad, que la Iglesia muchas veces ha llamado el corazón de una diócesis".

- Ver carta completa

Fuente: Comunicaciones San Bernardo
Santiago, 07-04-2008