Solemne ordenación de diácono de la diócesis de San Bernardo en Pamplona, España

Solemne ordenación de diácono de la diócesis de San Bernardo en Pamplona, España

En la histórica Iglesia de San Nicolás, en el centro de Pamplona, tuvo lugar la solemne ordenación diaconal de cuatro seminaristas del Colegio Eclesiástico Internacional

Sábado 26 de Abril de 2008
De manos del Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González E., recibieron la ordenación Julius Balanquit, de Filipinas, Anderson Machado, de Brasil, Francisco Salinas, de El Salvador y Jorge Ramírez, de San Bernardo (Chile). Asistieron también Mons. Patricio Barría, Vicario General de la Diócesis, Mons. Sergio Duque, Vicario del Maipo y la administradora de bienes del Obispado, Srta. Lilian Cartes.

Durante la celebración eucarística, a la que asistieron gran cantidad de fieles, las autoridades del seminario y los 110 alumnos de Bidasoa, Colegio Eclesiástico erigido por la Congregación del Clero y encargado a sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei, y gran cantidad de sacerdotes, entre ellos el Rector del Seminario de Pamplona, el Párroco de San Nicolás Santiago Cañardo, el Rector de Bidasoa, Miguel Angel Marco y los formadores, el Obispo recordó la necesidad de ser fieles a la vocación recibida, la importancia de la vida interior, y la gracia que significaba para cada uno la posibilidad de haber estudiado en una de los mejores Facultades de Teología del mundo, como es la de la Universidad de Navarra y el Colegio Eclesiástico Bidasoa, ambas instituciones nacidas del espíritu que legó a la Iglesia San Josemaría Escrivá.

En su homilía Mons. Juan Ignacio señaló que “el ministro del Señor, es ante todo un portador de la paz, la paz de Cristo para que venga el Reino de Cristo, por esto el Señor nos señala nuestro saludo al llegar llevando el anuncio: “La paz a esta casa”. El Señor quiere que “por todos los caminos honestos de tierra a sus hijos, echando la semilla de la comprensión, del perdón, de la convivencia, de la caridad, de la paz”. (Forja 373).”

“Un ministros consagrado es un hombre que busca ser piadoso, es decir, buscar vivir en un trato filial con Dios y con María, con los santos, que le hace tener los pies bien puestos en esta tierra, juntos a los hombres y mujeres, a los jóvenes y a los mas desamparados, pero la cabeza muy metida en el cielo, junto a Dios, porque hacia allá encamina su vida y la de pueblo que le ha sido confiado. Sigamos la enseñanza de San Pablo a Timoteo. “Rechaza las fábulas profanas y los cuentos de viejas. Ejercítate en la piedad. Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura. Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación:. Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes. (1 Timoteo (SBJ) 4, 7-10).”

- Ver homilía (word)

Fuente: Comunicaciones San Bernardo
Santiago, 26-04-2008