Un especial cierre tuvo la Semana de Formación del Clero Diocesano, el pasado jueves 07 de agosto. Por la tarde, compartieron una misa de acción de gracias en la parroquia San Ignacio de Loyola, en el marco de la celebración del 30° aniversario de la ordenación sacerdotal del padre Manuel Solís Rosales.

El sacerdote, de 83 años de edad, vive en San Ignacio, y desde hace algunos años goza el privilegio del ministerio libre, aunque no ha cesado en seguir entregando un importante servicio pastoral, en la medida que sus fuerzas y su estado de salud se lo permiten.

Fue ordenado el 13 de mayo de 1978, a la edad de 53 años. Sin embargo su despertar vocacional fue a muy temprana edad. Estudió con los Padres Jesuitas en Chillán, Puerto Montt y Buenos Aires, en Argentina. Luego trabajó como profesor, llegando a crear la ex Escuela de Maule; y más tarde, trabajó como Oficial Civil en el Gabinete de Santiago, desde donde fue trasladado hasta la comuna San Ignacio, cumpliendo el mismo servicio por 15 años.

Paralelamente, participaba activamente en el trabajo pastoral de la parroquia y daba rienda suelta a un gran talento recibido del Señor, su talento como tallador. De hecho, el Cristo crucificado de la parroquia San Ignacio es una de sus obras. Fue en este tiempo cuando se decidió a seguir definitivamente la vida sacerdotal. Tras su ordenación, entregó servicios pastorales en Tucapel, San Carlos, San Fabián y Cachapoal.

Fuente: Comunicaciones Chillán
San Ignacio, 11-08-2008