Un especial llamado a proteger el alma de Chile hizo monseñor Carlos Pellegrin Barrera en el Te Deum de Fiestas Patrias celebrado en la Catedral de Chillán, este 18 de septiembre. En su homilía, el pastor diocesano abogó por un clima de unidad, respeto y tolerancia entre los chilenos, así como por la defensa al don de la vida y la dignidad de los demás, que debería reflejarse en nuestras relaciones interpersonales a nivel familiar, intraescolar, vecinal, poblacional, y de una forma especial en el campo político.

Al respecto, señaló que la cercanía de las elecciones municipales nos invita a tomar conciencia de la necesidad de procurar los caminos del encuentro, el diálogo, la búsqueda del servicio sincero y desinteresado, como camino para toda autoridad instituida. A los candidatos a alcaldes y concejales de la Provincia de Ñuble, les invitó a la generación de proyectos políticos que tengan como centro a la persona humana y el bien común de toda la sociedad. Asimismo, llamó a los católicos a ejercer su derecho a voto con responsabilidad, recordándoles que el proyecto de Jesús y de su Reino debe inspirar también nuestra opción política. “No existe realidad humana que Dios no ilumine con su Luz y su Palabra”, subrayó.

Buscando un Chile más justo

En otro ámbito, monseñor Pellegrin llamó a reflexionar sobre la realidad económica del país, señalando que si bien las estadísticas nos hablan de un país en crecimiento, aún nos falta mucho para que eso se traduzca en garantía de una mayor justicia social. Al respecto, citó el Informe Final del Consejo Asesor Presidencial, “Trabajo y Equidad”, donde se indica que Chile es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo.

Para nuestra provincia de Ñuble, la difícil realidad del mundo rural y de sus habitantes, se convierten en un desafío particular. “Se hace urgente la atención de los hermanos y hermanas desplazados de sus lugares de origen y reducidos a pequeños espacios de viviendas en los grandes pueblos y ciudades de nuestra provincia”.

El derecho a una educación de calidad

En el marco de esta acción de gracias, el Obispo de Chillán también se refirió al momento que vive la educación chilena, señalando que no se puede dejar de reconocer como un gran avance la decisión de velar por el derecho que tienen todos los chilenos a una educación de calidad, independientemente de su condición socioeconómica.

En este sentido, “debemos valorar la preocupación de los distintos actores representativos de la sociedad para intentar consensuar una Ley General de Educación que vele por el derecho que tienen todos los chilenos a una educación de calidad”, indicó.

No perdamos la alegría

Citando las palabras del Padre Hurtado, “contento Señor contento”, el pastor diocesano finalizó su homilía haciendo una invitación a no perder la alegría en nuestra vida, más allá de los desafíos y las dificultades que a diario debamos enfrentar para sacar adelante el proyecto de un Chile más fraterno. Al respecto, recordó que “la alegría es una característica de los hijos de Dios”, agregando que siempre hay buenas razones para disponernos con un corazón alegre y mirar el futuro inmediato con gozosa esperanza.

En el plano local, por ejemplo, señaló que debemos mirar con agrado el regalo que significa para nuestra ciudad ser una de las sedes del próximo Mundial de Fútbol Femenino Sub 20, expresando que este evento es una gran oportunidad para crecer en fraternidad, apoyar el juego limpio como un valor humano y aumentar la unidad y la sana convivencia de los pueblos.

El Te Deum concluyó pasado el mediodía, tras lo cual la comunidad disfrutó del desfile comunal y, posteriormente, un Vino de Honor organizado por la Municipalidad de Chillán.

- Ver texto completo de la Homilía de Mons. Pellegrin

Fuente: Comunicaciones Chillán


Chillán, 18-09-2008