Comunidad Juan XXIII en Valdivia: un preludio de Navidad

Comunidad Juan XXIII en Valdivia: un preludio de Navidad

Con una Eucaristía mujeres de los Huertos y la Comunidad Juan XXIII en Valdivia dieron gracias a Dios por el don de la vida.

Martes 23 de Diciembre de 2008
Uberlinda Muñoz participa hace más o menos 20 años de la experiencia de los Huertos Orgánicos, experiencia pastoral que ahora es acompañada por la Comunidad Juan XXIII. Para ella, su vida es la tierra. “Me he sentido muy bien aquí porque me gusta trabajar en la tierra. Ha sido muy bonita la experiencia; estamos muy contentos de ser acompañados ahora por la Comunidad Juan XXIII. Trabajar la tierra, compartir con los demás, con la familia y los niños de la Comunidad es hermoso. Celebrar esta misa, me llegó al alma y que el Padre nos acompañe es una experiencia muy hermosa”.

Uberlinda, es una de las cinco mujeres que fielmente llegan a los Huertos para procurar de allí su sustento diario. Cercana la fiesta de Navidad, dijo, “yo soy nacida en el campo, siempre trabajando la tierra, así me imagino a Jesús, sencillo, humilde y trabajador. En esta Navidad, le doy gracias una vez más a Dios por la vida que nos regala”.

Por su parte, Tito, miembro de la Comunidad Juan XXIII en Valdivia, aprovechó esta instancia para enviar su saludo de Navidad. “Desearles a todos que el Niño que nace esta Noche, nazca en sus corazones y en El encuentren lo que siempre han buscado. Quiero hacer extensivo este saludo de parte de las personas que trabajan en los Huertos Orgánicos, las señoras Merra, Ube, Olga y Uberlinda, quienes comparten este saludo para Ustedes y para todos los miembros de nuestra Diócesis de Valdivia, presididos por nuestro obispo Ignacio”.

El P. Cornelio Lemmers, quien ha acogido la invitación de acompañar a esta Comunidad, se mostró muy feliz de ser parte de este testimonio de vida. “Yo veo que es muy buen testimonio, el de Tito y Jaquelin, quienes viven su compromiso con los más pobres, no de palabra sino de obra. Su experiencia familiar y su servicio en los Huertos, donde su desafío es procurar para los más pobres un mejor sustento y, a su vez, formar una Comunidad-familia que es especial, es un signo del amor de Dios, un preludio de Navidad. Para mí, acompañarlos es algo muy bonito”.

Fuente: Comunicaciones Valdivia

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Valdivia, 23-12-2008