En un breve mensaje, monseñor Juan Ignacio González, Obispo de San Bernardo, saludó a todos los miembros de la diócesis de San Bernardo, deseándoles que la Resurrección del Señor tenga un profundo significado en sus vidas.
"Acabamos de celebrar el Triduo Pascual, que culmina en la gran Solemnidad de la Resurrección del Señor. En la liturgia de la Vigilia Pascual hemos visto como la luz del Cristo va alumbrando nuestra vida y hemos recorrido la historia de nuestra Salvación en los libros sagrados del Antiguo y del Nuevo Testamento. El Aleluya ha resonado fuerte en nuestros templos y en nuestros corazones. La fe de la Iglesia en la Resurrección de Cristo se han vuelto a hacer carne de nuestra carne y hemos proclamado publicamente nuestras creencias al renovar la promesas bautismales".
Además señaló "Queda ahora que esa verdad de Cristo, luz del mundo, guía de nuestras vidas, se encarne en la realidad concreta de nuestra sociedad, en la vida familiar, social, económica y política. Sigue siendo un desafío hacer de esta nación chilena una patria de hermanos reconciliados, donde dejemos de lado los odios y las ideologias, para hacer de este hogar común un espacio de paz y de amor entre hombre y mujeres que, no pensando igual en muchas cosas, tiene en su corazon el deseo de la paz y buscan sinceramente el Bien Común. Pero, queridos hermanos y hermanas, eso no ocurrirá sino ponemos a Cristo en el corazon de cada uno de nosotros y aceptamos con alegría y humildemente que la única actitud para levantar una tierra de hermanos es ser servidores los unos de los otros, como lo es el Señor".
Frente a la situación que traviesa el país, en esta Pascua de Resurreccion el Obispo de San Bernardo enfatizó "Ante las crisis de diverso género que nos agobian, hay una gran solución: trabajar para que nuestro mundo viva a los compaces de Dios que nos ama como hijos y dejar de lado modelos de vida y formas de ser y hacer lejanas a nuestra idiosincracia y a nuestra vida. Nos ha dicho el Santo Padre en este día solemne: "Que nadie se arredre en esta batalla pacífica comenzada con la Pascua de Cristo, el cual, lo repito, busca hombres y mujeres que lo ayuden a afianzar su victoria con sus mismas armas, las de la justicia y la verdad, la misericordia, el perdón y el amor".
"Pidamos al Señor resucitado que nos ayude a tranformar nuestra vida y la vida de nuestros pueblos con su presencia y que cada uno sepa hacerse el servidor de los demas, siguiendo las huellas de Jesús. Deseo a todos una Feliz Pascua de Resurrección".
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Fuente: Comunicaciones San Bernardo
Santiago, 13-04-2009