Fieles colmaron el templo de Cristo Rey en las cinco Eucaristías celebradas por P. Ricardo. Querían agradecer a Dios la vida y el paso de un hombre que “luchaba sin cansancio, hasta lograr lo que se proponía”, como destacó su hermano de Comunidad, P. Omar Cerda; “que siempre fue padre y amigo de todos, en especial de los más pobres, y que ahora nuevamente nos congrega”, como subrayó el P. Nicanor Azúa, también hermano de Comunidad.

El P. Humberto Jaña, párroco de Cristo Rey, hermano de Comunidad que le acompañó en la hora de su muerte, destacó la entereza de su hermano Ricardo, “hasta que él pudo celebró la eucaristía allí en nuestra casa, acompañado de amigos y algunos fieles; eucaristía que siempre preparó, dedicando tiempo a reflexionar juntos la homilía... Previo a su partida me miró y murmuró ‘veo a mi mamá’. Tengan seguro, aquellos cuyas madres ya han partido al encuentro con el Señor, que ella los toma de la mano para llevarlos al Padre”, dijo visiblemente emocionado.

En la Eucaristía de exequias, este miércoles 28, el P. Luis Briones, Superior de los Misioneros de la Preciosa Sangre en Chile, agradeció a todos quienes cuidaron a P. Ricardo, en el último tramo, el más doloroso de su enfermedad. “Gracias a cada uno de Ustedes por estar hoy aquí. El P. Ricardo es un hombre que pasó haciendo el bien; pasó curando nuestras enfermedades, nuestras cegueras, parálisis y expulsando nuestros demonios a través de los sacramentos, en especial la Reconciliación y la Eucaristía. El quiso quedarse acá en Valdivia como otro signo de amor para cada uno de nosotros. El se queda en nuestro corazón con su testimonio y fuerza, para que sigamos construyendo la Iglesia, Pueblo de Dios, como él lo hizo”, enfatizó.

En nombre propio y de toda la Diócesis, Mons. Ignacio Ducasse, Obispo de Valdivia agradeció en la persona del P. Luis Briones, el servicio que el P. Ricardo prestara en Valdivia. “Reciba padre este homenaje agradecido por esta persona que ha puesto en medio nuestro y a través de cuyo ministerio nos ha hecho crecer en la fe, sobre todo por la celebración de los sacramentos y la predicación de la Palabra”, subrayó.

A juicio de los fieles, la coherencia de vida del pastor es el mayor legado de P. Ricardo. “Gracias Padre por acogernos en nuestra vida como jóvenes, por darnos un espacio en tu vida y en tu corazón. Por acompañarnos en nuestras actividades juveniles en la parroquia y por caminar con nosotros”, dijo Angélica Aburto a nombre de la Comunidad Juvenil de Cristo Rey que le dedicó su saludo agradecido: “te amamos Padre”. Víctor Márquez y su hijo destacaron: “Seguir a Cristo es muy fácil, hagan el empeño de conocerlo y amarlo, pues sólo nos espera bien a todos. Escuchar de P. Ricardo estas palabras siempre han sido y serán un desafío en mi vida”; “en mi caso, se me va un gran amigo; él fue mi pastor, me crió aquí”. “El es un ejemplo de vida y de seguimiento coherente de Jesús”, dijo Luz Marina Pacheco. “Me deja su enseñanza que reflejó en su testimonio de vida”, dijo Elsa Ampuero. “El bautizó a mi primer hijo en la Parroquia Preciosa Sangre; me dejó un hermoso recuerdo de padre y pastor”, dijo Jorge Carvajal.

Fuente: Comunicaciones Valdivia


Valdivia, 29-04-2009