Con una Eucaristía presidida por Mons. Ignacio Ducasse, Obispo de Valdivia, en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, la iglesia diocesana de Valdivia dio inicio al Año Sacerdotal. “Como Iglesia diocesana nos reunimos en este templo parroquial en el día de su fiesta patronal, Sagrado Corazón de Jesús, para renovar nuestra adhesión a Cristo, nuestro deseo de ser discípulos misioneros y pedir al Dueño de la Mies por esos obreros, de tiempos pasados, presentes y futuros que El nos quiere dar para las comunidades que formamos la Iglesia que camina en Valdivia”, dijo Mons. Ducasse.

Fieles, representantes de diversas comunidades, parroquias, movimientos y colegios, se dieron cita en el templo que celebraba su Fiesta Patronal, para dar gracias a Dios y acompañar a sus sacerdotes.

En la homilía, Mons. Ignacio llamó a sus sacerdotes a conocer a Jesús que late con tanta fuerza en los corazones de los hombres y mujeres de hoy, sabiendo que sólo quien ha experimentado el amor de Dios sanador y redentor puede a su vez amar de la misma manera. “Ese amor que perdona y sana es el que deseamos que nuestros sacerdotes puedan compartir con los que el Señor les ha confiado...”, subrayó.

Para la Diócesis de Valdivia este año quiere ser un momento propicio para hacer memoria agradecida, para recoger testimonios, recuerdos y enseñanzas de sacerdotes que han acompañado a su grey en el peregrinar de la fe, y un tiempo en que con mayor fuerza y con mucha esperanza se orará al Señor para que envíe sacerdotes según su corazón.

Mons. Ignacio hizo un especial llamado a las familias católicas de la Diócesis, invitadas a ser ‘pequeñas iglesias’ para que ayuden a sus miembros a sentirse parte de este cuerpo que tiene por cabeza a Cristo. “¡Si en ellas crece el amor a Jesucristo, el deseo de servir a los hermanos, en especial a los más necesitados, estoy seguro que muchos jóvenes podrán preguntarle al Señor dónde vive y con decidida entrega lo seguirán para quedarse con El toda la vida!”, concluyó.

Las familias acogieron este llamado a través de un signo. Al término de la misa, hicieron entrega de un presente a cada sacerdote con su compromiso de rezar por él, durante todo el año. Un gesto que emocionó a los clérigos presentes en la celebración y que recibieron con especial gratitud.





Fuente: Comunicaciones Valdivia
Valdivia, 22-06-2009