Carta al Santo Padre acerca del celibato sacerdotal. Respuesta del Card. J.Villot
Beatísimo Padre,
Reunidos en Asamblea Plenaria, los Obispos de la Conferencia Episcopal Chilena quieren hacerle llegar, en esta hora que vive la Igle¬sia, la expresión de su ferviente y total comunión con Vuestra San¬tidad.
A la Luz que proyecta vuestra palabra sobre todos los aspectos de la vida se ha unido el recuerdo de la constante enseñanza y tradición respecto del celibato sacerdotal en la Iglesia latina.
El celibato es un signo incomparable de 1a entrega total al ser¬vicio de Cristo y ofrece la completa disponibilidad para llevar a los hombres el Mensaje de Salvación, a la vez que constituye un valioso y eficaz testimonio de las realidades que sólo se explican a la luz de la Fe, de la Cruz y de la vida futura.
El Espíritu Santo que guía la Iglesia ha confirmado de nuevo a través del Concilio lo que Vuestra Santidad ha seguido proclamando con firmeza y claridad respecto del celibato sacerdotal.
El Episcopado chileno quiere dar una alta prueba de la fidelidad a su misión al hacerle llegar el testimonio de su fervorosa adhesión a Vuestra Santidad.
† Carlos Oviedo Cavada
Obispo Auxiliar de Concepción
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile.
A Su Santidad
Pablo VI
Ciudad del Vaticano
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Segreteria di Stato. Dal Vaticano 9 de abril de 1970.
N° 153.846.
Señor Obispo:
Con su estimado escrito del 19 de marzo último, ha querido Vues¬tra Excelencia Reverendísima dirigirse al Santo Padre, en nombre de la Conferencia Episcopal de Chile, para testimoniarle sus sentimientos de rendida adhesión a las enseñanzas del Magisterio, en particular a la doctrina sobre el celibato eclesiástico.
Su Santidad, correspondiendo muy agradecido a este auténtico rasgo de comunión con la Sede Apostólica, pide al Altísimo siga de¬rramando abundantes dones sobre Vuestra Excelencia, los Obispos y los sacerdotes de esa amada Nación para que, robustecida su promesa de entrega generosa al servicio de la Iglesia, continúen con gozo espi¬ritual su ministerio de mediadores entre Dios y los hombres enseñando el camino de la verdad y ofreciendo el ejemplo vivo de una conducta informada por sentimientos de inmolación y de caridad evangélicas. En prenda de tales gracias, el Santo Padre se complace en otorgar a Vuestra Excelencia y al Episcopado chileno una especial Bendición Apostólica, extensiva al Clero y a las almas confiadas a sus solícitos cuidados.
Aprovecho la presente oportunidad para manifestarle, Señor Obis¬po, las seguridades de mi atenta consideración y devota estima en Cristo.
J. Card. Villot
A Mons. Carlos Oviedo
Obispo Auxiliar de Concepción
Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile
Santiago, Chile.