Esta película dirigida por Carla Simón está muy bien filmada. Además de reflejar lo cotidiano, a través de una sutil manera contemplativa deja entrever ese organizado caos que configura la vida diaria de una familia de campo. Este realismo, que parece muy sencillo pero que es muy difícil de lograr, describe parte de la historia de la propia directora. Es por ello que, quizá por momentos, se perciba como un documental; varias ventanas o puntos de entrada para un relato que se siente como un homenaje a las tantas personas descritas en este trabajo.
El lugar es Alcarràs, provincia de Lérida, Cataluña, y los hechos refieren a la paulatina extinción de las actividades agrícolas. Es exactamente eso lo que vive la familia Solé, quienes ocupan una parcela, siembran, cosechan y venden duraznos, y se ven amenazados por un radical cambio en la utilización de los terrenos; ahora se instalarán paneles solares, por lo que todos los árboles serán cortados de raíz.
La cinta contiene diferentes miradas, desde los niños a los adultos, visiones que emergen desde el interior de una familia constituida por tres generaciones. Ahí están los ojos (abuelos), los gestos y acciones (padres), las dudas (adolescentes), y la inocencia (los más pequeños). Un guion espléndido de Carla Simón junto a Arnau Vilaró, que ofrece lecturas en diversos planos, y sin perder perspectiva. Al contrario, cada capa agrega valor, suma y multiplica, con lo que, además, profundiza.
La familia sufre un golpe brutal al saber que perderán las tierras que trabajan hace unos ochenta años. Claro, no tienen papeles de propiedad, se las entregaron verbalmente y sin una certificación adecuada. Una retribución que ahora pasa la cuenta, porque el heredero desconoce lo obrado décadas atrás. Y este nuevo dueño quiere tecnología: placas solares, un nuevo destino del suelo, moderno y diferente, tal vez más rentable.
El primer sentimiento que tienen los Solé es la negación. Las tradiciones se borran de un plumazo, son arrasadas; pero además está la dicotomía entre lo conocido, lo que por años han ejercido, versus la incertidumbre del porvenir. Aún siendo parte de la lucha de la agricultura por subsistir, porque forman parte de una cooperativa que unida reclama sus derechos, esta familia queda descolocado por este fuerte impacto.
Empezamos a percibir que el ruido de las máquinas o el avance de los camiones es una amenaza. Hay un filtro a una angustia y un dolor que no se ve en HD. Al contrario, lo vemos nublado, borroso, desfigurado, cuando la vida va pasando delante de sus ojos. A veces esto no es perceptible al momento de visualizar la cinta. La reflexión viene después, al recordar y madurar lo observado: la frescura y verdor del paisaje, la candidez de los juegos infantiles, el arduo trabajo de cultivar y cosechar, los diferentes espacios familiares, los conflictos explícitos (y en especial los más ocultos), y aquel dolor físico pero mucho más emocional que se intenta cubrir a cómo dé lugar.
El elenco no profesional resulta notable. Se nota fluido, espontáneo, sin esfuerzo, expresando una naturalidad permanente. Parece que les hubiesen dicho “uno, dos, tres, hagan ustedes lo que siempre hacen”. Es imposible no empatizar con el abuelo, el padrino, que mira lo que sucede y no interfiere. O con Iris, la más pequeña (y además muy resuelta); o con el hombre que lleva el peso de las decisiones. En relieve se encuentran las relaciones familiares de padre-hijos, madre-hijos, hermanos mayores y menores, primos, sobrinos, cuñados, etc., un grupo heterogéneo lleno de matices y colores, sin ocultar sus luces y sus sombras.
“Alcarràs”, propuesta española al Óscar y ganadora del Oso de Oro de Festival Internacional de Cine de Berlín , infunde un aura emocional difícil de describir. Es de esas películas que quedan resonando, que se terminan de construir tiempo después de verlas. La personalidad de la directora se transmite en su esencia, porque Carla Simón nos sumerge en la historia y nos hace cómplices. Algo de los Solé se queda con nosotros y nos acompaña. Tanto es así que, cuando escribo estas líneas, siento aún más presentes aquellas sensaciones que perduran.
FICHA TÉCNICA
Título original: Alcarràs
Año: 2022
Duración: 120 minutos
País: España
Compañías: Coproducción España-Italia; Avalon P.C, Elastica Films, Vilaüt Films, Kino Produzioni, Movistar Plus+, RTVE, TV3
Género: Drama | Familia. Vida rural. Trabajo/empleo
Guion: Carla Simón, Arnau Vilaró
Música: Andrea Koch
Fotografía: Daniela Cajías
Reparto: Jordi Pujol Dolcet, Anna Otín, Xenia Roset, Albert Bosch, Ainet Jounou, Josep Abad, Montse Oró, Carles Cabós, Berta Pipó
Dirección: Carla Simón