1. Que concluida la investigación preliminar, el informe arrojó que no es posible llegar a la certeza moral acerca de la verosimilitud de los hechos denunciados.

2. De acuerdo a las normas que rigen los actuales protocolos de la Iglesia, las actas de esta investigación previa serán remitidas a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Roma, para que ésta pueda disponer.

3. En espera de lo que determine la Congregación para la Doctrina de la Fe y de los posibles antecedentes que puedan surgir de la investigación que lleva la Fiscalía local, se han definido algunas medidas cautelares:

3.1 El sacerdote Héctor Bravo Merino queda suspendido de su oficio pastoral de Capellán del Colegio Seminario Padre Hurtado y del oficio de Presidente del Área Social del Obispado de Chillán.

3.2 Se le impone la fijación de residencia en la Diócesis, con la prohibición de salir de ella sin autorización.

3.3 El ejercicio de su ministerio sacerdotal queda circunscrito solamente a los oficios que ya tenía como párroco de San Pablo y de administrador parroquial de San Francisco. Su desempeño será supervisado por el Vicario General, Pbro. Pedro Rodríguez.

4. Ante nuevos antecedentes, estas medidas podrán ser modificadas según lo que establezca la Congregación para la Doctrina de la Fe.

5. El obispo de Chillán manifiesta nuevamente su compromiso con el esclarecimiento de la verdad y la justicia, y reitera su llamado a quienes puedan aportar antecedentes en relación a éste u otro caso.

Chillán, 07 de agosto de 2018.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 07-08-2018