Concluyó que su visita “fue un tiempo bien aprovechado para aportar a la verdad, a la región, con las obras que estamos haciendo en nuestra tarea evangelizadora”. Precisó que luego de la audiencia con el Pontífice, sostuvo reuniones con el prefecto para la Congregación del Clero, cardenal Beniamino Stella y con monseñor Jordi Bertomeu, integrante de la misión de El Vaticano para investigar en Chile, la situación de abusos.

Respecto a la audiencia papal, recordó que “la conversación con el Papa fue muy profunda, muy sincera. Hay un dolor muy grande en lo que pasa en la Iglesia y sobre todo en la Iglesia occidental, por los abusos. Es muy triste ver cómo tantas personas, en los años sesenta, en que los seminarios estaban llenos, ha habido tantos abusos y nosotros no hemos estado libre”.

Agregó que “ha sido muy desilusionante, muy triste, doloroso, pero el Papa está absolutamente decidido a terminar con este problema. Y creo que será un legado importante en su ministerio. En primer lugar, por el daño que genera una persona que abusa y, segundo, porque tantos sacerdotes, trabajadores y que son muy buenos y que están en los lugares apartados haciendo el bien, tantas obras sociales, quedan oscurecidas”.

Recalcó que “le manifesté al Santo Padre que también me producía un gran dolor, que personas entran a la Iglesia con el ánimo de conocer a Dios y terminen siendo víctimas de abuso y eso no lo vamos a permitir. Queda cuestionado la selección al ingreso al seminario, quedan cuestionados los procesos de formación y también la vida que uno lleva”.

Se refirió, además, que “la Iglesia en Occidente – Estados Unidos, Europa, América Latina – está también pasando por un crisis profunda. Hay menos seminaristas. En Alemania había cinco sacerdotes por parroquia y ahora, un sacerdote para cinco parroquias y los pocos que quedan están envejecidos y cansados, gracias a Dios está llegando una fuerte misión africana. Los seminarios están bastante vacíos y eso cuestiona profundamente durante este tiempo, desde los años 60 para adelante, después del Concilio Vaticano II”.

Monseñor Chomali transmitió que, en su contacto con el Papa - leyendo sus cartas – “le dije que tuviera la absoluta libertad para decidir y nombrar nuevos obispos y administradores apostólicos. Le reiteré, con mucha sinceridad y muy de corazón, que estaba disponible. El Papa insistió que me quedara, que rompiera la inercia y siguiera fortaleciendo las múltiples obras sociales que tenemos en Concepción. Esa es una luz, en el ámbito escolar, en el ámbito universitario, en todas las obras sociales y la verdad es que me conmovió mucho. Él apuesta eso, a una iglesia más cercana con los pobres, menos clericalismo, menos autoritarismo y creo que es una enseñanza importante para nosotros y para las nuevas generaciones. Nosotros, en concreto, en la Arquidiócesis de Concepción, estamos haciendo camino y vamos a darle muchas más responsabilidades, en ámbitos importantes, a los laicos, para que nosotros nos dediquemos decididamente a lo nuestro, que es la evangelización y la tarea sacramental”.

Durante su viaje a Roma, tuvo la ocasión de dialogar con monseñor Bertomeu de manera “muy profunda y es bien interesante el camino que se ha recorrido para avanzar en nuestra tarea, en la cual estamos bastante entrampados y con justa razón, porque la indignación que producen los abusos es comprensible y a la cual me sumo”.
En relación a la reunión con el prefecto para la Congregación del Clero, cardenal Beniamino Stella, Monseñor dijo que “conversé en él, en que hay varios sacerdotes, en el mundo entero, que han ido dejando el sacerdocio y emprendiendo otros rumbos en la vida. Entonces, estamos en un momento complejo, pero el Papa insistió que la labor que hacemos es hermosa; nosotros nos dedicamos de todo corazón a las personas más necesitadas, lo hacemos con cariño, estamos trabajando en eso y seguimos perseverando en eso y esta herida que duele, que sangra, esperamos poderla superar”.

Finalmente, visitó la Fundación Adveniat, organización de la Iglesia Alemana que ayuda a América Latina y que ha ayudado bastante a la Iglesia de Concepción. Lamentó que varios de los proyectos presentados, no podrán ser acogidos. “Llevé siete proyectos sociales y pastorales, pero nos ayudarán en dos o tres. La Fundación está mirando a Haití, Paraguay, a la Amazonia, porque piensan que Chile es un país rico. Pero hice ver que eran países más desiguales en el mundo y que había bastante pobreza”. Sin embargo, Monseñor Chomali adelantó que Adveniat apoyará con recursos para mejorar la residencia de ancianos en Coelemu y la habilitación de una cafetería, seguir dando trabajo a jóvenes con Síndrome de Down.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 08-10-2018