Después de vivir la oración diaria de la novena, el día de la fiesta se inició con el Rosario del Alba desde la Gruta del templo, para luego disfrutar del Banquete Eucarístico que presidió el Obispo de la Diócesis de Osorno, monseñor Jorge Concha Cayuqueo y, finalmente la Santa Misa de clausura, presidida por el párroco, padre Juan Delau, religioso del Verbo Divino.

En la misa central de la fiesta dedicada a Nuestra Señora de Lourdes, el Pastor de la Iglesia osornina saludó a los peregrinos que este año no pudieron asistir al templo o la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, y a los enfermos que, siempre, y especialmente en este tiempo, “los tenemos presentes en nuestra oración”.

En la ocasión señaló que, para alcanzar la verdadera alegría, todas y todos podemos participar de la Fiesta de la Salvación, de “esa alegría que llena todo nuestro ser, los anhelos más profundos del hombre o de la mujer, y para alcanzar esta plenitud, María nos indica un verdadero camino: Hagan todo lo que Él les diga”.

La Madre del Señor, y madre nuestra, “a lo largo de la historia ha seguido indicando ese camino, en Lourdes indicó a Bernardita que había que ofrecer sacrificios por el bien del mundo entero, que había que cambiar de vida, que había que hacer oración por los pecadores”.
“Nosotros a veces, ante tantos signos que no son positivos, nos balanceamos tanto para el individualismo, y es normal pensar en sí, y en la propia familia también, sin embargo, los creyentes, los cristianos, los católicos, y toda la humanidad, debiéramos dar un paso más. El Evangelio no nos pide que nos olvidemos de lo que es más propio, pero también nos invita a preocuparnos de los demás, incluso de aquellos que no nos quieren o que no conocemos”, agregó.

También explicó que “hay que buscar el bien común, porque el camino del individualismo, finalmente nos lleva a confrontación, a conflictos innecesarios y se opone radicalmente a lo que nos enseña Jesús. de ahí esta enseñanza que nos llega a través de Bernardita”.
En segundo lugar, la Virgen María, nos pide que nos convirtamos, “necesitamos cambiar de corazón y de mente, y si nos falta fuerza, valor, sabiduría, tenemos que pedírsela a Dios. En tercer lugar, nos pide oración, que es la intimidad, la amistad con el Señor. Tenemos fórmulas para rezar, pero también podemos hacer otras oraciones, lo importante es la intimidad con el Señor, hablar con Dios con nuestras palabras, decirle lo que nos pasa, agradecerle y pedirle por nuestras necesidades”.

Finalmente, el obispo de la Diócesis de Osorno señaló que, mediante Bernardita, la “Virgen sigue indicándonos el camino, así como lo hizo en las Bodas de Caná”.

Por su parte el padre Juan Delau, párroco del templo dedicado a Nuestra Señora de Lourdes, señaló que este año “celebramos de manera distinta, no de manera presencial, a nuestra Santa Patrona”, y saludó a los fieles y peregrinos que desde sus casas han seguido la celebración.

“María es mediadora de todas las gracias: Hagan lo que Él les diga”, dijo el religioso del Verbo Divino, y explicó el contexto de las Bodas de Caná y reflexionó en torno al amor, la humildad, la fe y confianza de María, además destacó cómo la Virgen se mostró Madre de los fieles en dicha fiesta y el modo cómo, con esas palabras, dispone a los sirvientes a obedecer la Palabra del Hijo de Dios.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 12-02-2021