Monseñor Oscar García preside Eucaristía en Casa Madre de las Hermanitas de la Anunciación en Medellín

Monseñor Oscar García preside Eucaristía en Casa Madre de las Hermanitas de la Anunciación en Medellín

El Obispo Auxiliar de Concepción viajó junto a las Hermanitas de la Anunciación por la beatificación de Madre Berenice.

 
Viernes 28 de Octubre de 2022
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El Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Oscar García, presidió la Eucaristía en la capilla de Casa Madre de la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación en Medellín, Colombia, la mañana de este jueves 27 de octubre.

En la celebración Eucarística, algunas religiosas de la congregación efectuaron sus Votos Perpetuos y otras celebraron sus Bodas de Plata y sus Bodas de Oro.

Recordemos que Monseñor Oscar García viajó a Medellín, junto al Padre Pablo Leiva y las Hermanitas de la Anunciación de Curanilahue y Carampangue, para asistir a la beatificación de la Madre Berenice.

En su homilía, Monseñor Oscar agradeció la presencia de las Hermanitas de la Anunciación en la Arquidiócesis de Concepción y sostuvo que “para nosotros es un don, un regalo de la Providencia que podamos tener dos comunidades de la congregación”.

Además, expresó que tanto los consagrados como los laicos “estamos llamados a una gran meta y esa meta es la santidad, que sin lugar a dudas, anheló, deseó y buscó la Madre Berenice y que hoy ustedes, las hermanas de esta congregación, quieren también renovar junto a esta bellísima espiritualidad, que no es otra que vivir el Evangelio de Jesucristo enraizado en las particularidades y en los lugares donde ustedes están, haciendo visible el Reino de Dios con su vida consagrada a Él, en la vivencia de los votos de pobreza, castidad y obediencia. Pero, sobre todo, tratando de ser evangelios vivientes”.

En ese contexto, señaló que aquellas personas con las que se relacionan cotidianamente y aquellas que Dios pone en su camino, “esperan de los consagrados que seamos este evangelio viviente, que les mostremos quién es realmente Jesucristo para nosotros, para nuestra vida, cómo nos llena, nos hace plenos”.

“Y vale la pena gastar la vida por Él, por el Reino y por el bien de las almas”, enfatizó.

Asimismo, sostuvo que el Señor “hoy nuevamente nos invita a responder, a cada uno desde su vocación particular, un sí generoso, auténtico, entregado, cargado plenamente del amor, en servicio total para la edificación del Reino de Dios. ¡Y qué bonito! porque si por un lado nuestra sociedad es cada vez más una sociedad secularista, también tiene mucha sed y hambre de Dios, y la vida consagrada, los sacerdotes, los obispos y todos los cristianos, tenemos que darle, que responderle a esa hambre con Cristo”.

“Pero no podremos responderle auténticamente con Cristo si no vivimos con Cristo, nuestra vida centrada en Él (…) nuestra vida no tiene sentido si no es con Él. Y junto a Él llevar la verdad del Evangelio a todos los rincones de la Tierra, anunciarlo con alegría, con libertad y con alegría, que se note que somos consagrados y consagradas de Cristo. Que se note, que se palpe, por nuestro estilo de vivir, por nuestro hacer, por nuestros gestos, por nuestra cercanía con el Pueblo de Dios, mostrándoles quién es Él y qué es lo que Él quiere para cada uno de nuestros hermanos -y para nosotros- que no es otra cosa que su salvación y su santidad”, expresó.

Monseñor Oscar García recordó también la importancia de cultivar la intimidad con el Señor a través de la oración personal y comunitaria, y de la meditación personal y comunitaria de la Palabra de Dios.

“La vida consagrada no puede olvidar que lo que también es una impronta -y que marcará la diferencia en la sociedad y el mundo- es la vida fraterna”, que “es un potente anuncio de quién es el que ha cautivado, quien llena vuestra vida y la hace plena manifestándose sin decir nada, simplemente en el amor. Eso nunca deben de olvidarlo”, recalcó.

Asimismo, se refirió a la importancia de la gratitud en la humildad, “porque sólo en los humildes Dios podrá actuar y desde la humildad podremos responder siempre. Por eso que es importante erradicar de nuestra vida todo aquello que me impide ser transparente o transparencia de Jesucristo. Pedirle al Señor la gracia y si el Señor te llamó, el Señor de antemano te ha concedido la gracia para que así sea posible”.

“Les deseo que siempre puedan ser esa sal, esa levadura, ese fermento y no descuiden quiénes son primero, por qué se consagraron, a qué están llamadas (…) Sin lugar a dudas, no hay una comunidad perfecta, pero cuando nos miramos a la luz de la fe, nos miramos como un don y como un hermano (…) recuerden que son un don de unas para otras y todos somos un don de uno para los demás, a quienes estamos llamados a amar, a valorar y -como dice san Pablo- a considerar al otro como más digno. Y en lo demás, dejen que el Señor complete su obra”.

Finalmente, Monseñor Oscar llamó a ofrecer los momentos difíciles «para que se conviertan en gracia, en bendición y en don para mí, para los demás y para todas las personas que el Señor en su Divina Providencia pone en nuestro camino».

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 28-10-2022
Video: Celebración Votos Perpetuos Bodas de Oro y Plata de las Hermanitas de la Anunciación