El Obispo Auxiliar de Concepción, Monseñor Bernardo Álvarez, presidió la Misa por la memoria del Papa Emérito Benedicto XVI, la mañana de este domingo 1 de enero, Solemnidad de María, Madre de Dios.

En su homilía, Monseñor Bernardo afirmó que “como comunidad de Iglesia diocesana queremos elevar una plegaria de acción de gracias muy sentida por la vida y ministerio del Papa Emérito Benedicto XVI, quien el día de ayer ha partido a la Casa del Padre”.

“Reconocemos con profundidad el paso del Señor por su vida (…) Agradecemos como Iglesia el testimonio de su profundidad espiritual y sobre todo su fidelidad a la verdad, al Evangelio y a la llamada del Señor”, enfatizó.

En relación al Evangelio de este domingo, correspondiente a San Lucas 2,16-21, el Obispo Auxiliar de Concepción dijo que “contemplamos un momento fundamental en la vida de los pastores” y destacó que el encuentro de los pastores con la Virgen y con el Niño “nos hace comprender el sentido profundo de la maternidad de María Santísima. Ella dio a luz a su Hijo, que es al mismo tiempo el Hijo de Dios, que se pone en una situación de sencillez, de humildad, de fragilidad y pobreza, está acostado en un pesebre”.

En ese contexto, señaló que los pastores corrieron a contar lo que habían visto y destacó que “el anuncio presuroso de los pastores da cuenta de un estilo de vida cristiano que ciertamente el Papa Benedicto ha querido promover durante su magisterio”.

“Es esa inquietud permanente tanto de la inteligencia como del corazón, que anhelante espera reconocer al Hijo de Dios que se manifiesta en la historia, en la vida, en la celebración de los sacramentos, en el anuncio de la Palabra de Dios. Y en consecuencia, de la misión de la Iglesia”, agregó.

Monseñor Bernardo manifestó que en este tiempo que nos toca vivir como Iglesia, estamos llamados a recuperar y cultivar ese “espíritu de búsqueda” y también “un espíritu de admiración”, admiración por la revelación de Dios, por los misterios de Dios, por la Palabra de Dios.

En ese sentido, sostuvo que “María nos regala una clave profunda de interpretación. Es su mirada silente, contemplativa (…) que guarda en su corazón todas estas cosas y las medita (…) María evidentemente no es una mujer superficial, sino que profundiza en la admiración, en la contemplación, el misterio de su Hijo, el Hijo de Dios”.

“Al iniciar este nuevo año 2023 ¡cuánta confianza debemos cultivar en la presencia maternal de María! María es la Madre de Dios y también nuestra madre”, recalcó.

Monseñor Bernardo Álvarez llamó a que “hoy, al celebrar la Solemnidad de María, Madre de Dios, pidamos a Dios que nos ayude a apreciar con gran amor el ministerio del Papa Emérito Benedicto” y también presentemos nuestros corazones “llenos de esperanza, de confianza en Dios” y pidamos “la bendición de Dios para este año”.

Finalmente, citó las palabras de Benedicto XVI en su carta encíclica Deus Caritas Est: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” e invitó a que pidamos a Dios la gracia de un encuentro profundo y verdadero con Jesús.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 01-01-2023