El Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, presidió la Misa de la Cena del Señor, a las 19:00 horas de este jueves 6 de abril en el templo Catedral, dando inicio al Triduo Pascual.

Monseñor Chomali comenzó su homilía afirmando que “estamos entrando en el corazón de Semana Santa” y luego planteó una situación hipotética en que le dijeran que jamás va a poder tener una Biblia, pero que puede elegir tres textos: “Yo elegiría el texto de San Pablo a los cristianos de Corinto donde está la instauración de la Eucaristía, elegiría este Evangelio de San Juan (Jn 13, 1-15) y elegiría la Parábola del hijo pródigo”.

“¿Por qué? Porque en el texto de San Pablo a los Corintios nos dice que el Pan y el Vino consagrados son el Cuerpo y la Sangre de Cristo. No es un símbolo del Cuerpo y la Sangre de Cristo, no es una representación. Es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Y cada vez que comemos y bebemos el Pan y el Vino consagrados nos hacemos uno con Jesucristo, por eso es que es tan importante estar preparado para recibir la comunión”, enfatizó.

El Arzobispo de Concepción señaló que las consecuencias de lo anterior son muchas, pero “tal vez una, que a mí me hace mucho sentido, es que no estamos solos. Jesucristo subió al Padre, está junto al Padre, pero no nos abandonó. Se quedó en medio de nosotros sacramentalmente y siempre donde estemos, en cualquier parte del mundo, habrá un lugar donde habrá una antorcha roja encendida y ahí está Dios”.

En ese contexto expresó: “Qué maravilla, en medio de tanta orfandad, de tanta desesperación, de tanta violencia, saber que Dios está con nosotros hasta el fin de los tiempos”.

Respecto del Evangelio según San Juan, donde Jesús le lava los pies a sus discípulos, comentó que en ese tiempo quienes lavaban los pies eran los esclavos y destacó que “el Señor se hace esclavo de los discípulos. Y a veces nosotros los seres humanos, que no somos Dios, basta que tengamos un poco de poder y nos ponemos prepotentes, altaneros, miradores en menos y lo usamos negativamente para tantas cosas. Jesucristo, que es Dios, se anonada y asume una condición de esclavo y le lava los pies a sus discípulos y dice: «Yo no he venido a ser servido, sino a servir». Y después nos dice: «Si Yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que Yo hice con ustedes»”.

“Aquí está un programa de vida extraordinario. El programa de vida de la confianza, vivir con confianza, porque Dios está con nosotros y nada nos va a separar de su amor, nada (…) Y por otro lado tenemos un mandamiento maravilloso, que es servir y no ser servido”, destacó.

Monseñor Chomali invitó a vivir el Triduo Pascual, quedándonos con dos ideas: “Uno: No estamos solos, Dios se quedó con nosotros sacramentalmente y está presente. Y dos: Si queremos ser felices, auténticamente felices, tenemos que hacer lo que el Señor hizo, servir a los demás como Él nos sirvió”.

Tras su homilía, el Arzobispo de Concepción realizó el gesto de lavar los pies a 12 personas, que representan a los 12 discípulos de Jesús y al Pueblo de Dios.

Misa Jueves Santo
https://www.youtube.com/watch?v=XsP3LNwwHKA

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 07-04-2023