La fiesta del Banquete se inició con la liturgia penitencial donde tres sacerdotes pidieron perdón porque “muchas veces no hemos estado atentos a las necesidades de nuestros hermanos que se nos han encomendado a nuestro pastoreo”. Tres religiosas hicieron su plegaria de perdón por “las veces en que no hemos acompañado al pueblo de Dios del cual somos parte”.

Dos fieles laicos adultos invocaron el perdón del Señor, ”porque gran parte del tiempo dudamos y nos quedamos en nuestra propia comodidad, sin ser testimonio vivo de la Resurrección de Jesucristo”, y dos jóvenes, “por las veces en que no hemos usado las redes sociales y la tecnología para colaborar con la extensión de tu Reino”.

Luego de la entronización de la Palabra del Señor, y la Liturgia de la Palabra, se dio paso a la presentación de los dones en que, junto al Pan y al Vino, fue ofrecido el libro del proyecto misionero diocesano, el lienzo y la oración que acompañará el periodo misionero con el lema “Vayan y Hagan Discípulos”. También se presentaron los recuerdos realizados por las distintas comunidades parroquiales, los cuales fueron compartidos con la asamblea presente.

Al finalizar la Santa Misa, la porción del Pueblo de Dios presente en la Catedral San Mateo Apóstol se dispuso a ser enviada a la misión, y fueron invitados dos representantes de las parroquias de los cuatro decanatos de la Iglesia osornina, de movimientos y colegios confesionales, quienes al recibir el set de material y el pendón de la Misión Diocesana se ubicaron en fila en la nave central del templo.

El Administrador Diocesano hizo oración para el envío, bendijo a los fieles y asperjó agua bendita sobre ellos, mientras el coro de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de San Pablo, animó con el canto y la asamblea acompañó alegremente.

Mensaje del Administrador Diocesano
En su homilía el padre Cristian Cárdenas Aguilar destacó que las lecturas del tiempo pascual presentan a Jesús Resucitado, y fruto de este periodo es la “fiesta que estamos celebrando: el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios que desciende, que está entre nosotros, y que viene para fortalecernos”.

Dijo que “En el Evangelio de hoy (Jn 20, 19-23) y también en la primera lectura (Hech 2, 1-11), está la comunidad reunida con miedo por lo sucedido, la muerte de Jesús, pero hay unos pasajes que dice que algunas mujeres que fueron al sepulcro lo encontraron resucitado (…) Es una situación que también nos puede suceder a nosotros. A veces miramos todo lo que viene en contra nuestro, pero no somos capaces de mirar todo lo que puede ir en favor de una sociedad cuando llevamos a Jesús en nuestro corazón”.

“La comunidad cuando está dispuesta recibe la visita de Jesús, y eso es en primer lugar la disposición a la que estamos invitados todos nosotros; todo el Pueblo de Dios: pastores y fieles. Jesucristo está hoy tocando la puerta de nuestro corazón porque quiere habitar en nosotros, y cuando habite en nosotros, seremos capaces de vencer el miedo, y de llevar a delante este programa de evangelización”.

“Hoy estamos iniciando la Misión diocesana, que es de todos nosotros, una misión que nos viene, el compromiso y la responsabilidad, desde el día de nuestro bautizo. No solamente somos parte, no solamente somos herederos, no solamente recibimos la gracia de Dios. Todo eso, pero con la responsabilidad, con el compromiso de llevar el Evangelio, la Buena Noticia”.

Destacó que, al igual que la primera comunidad se dejó tocar por Jesús, “toda la Iglesia diocesana de Osorno, a partir de este momento, y sobre todo los agentes pastorales, los que participamos en las celebraciones litúrgicas, los que estamos cerca de las comunidades, este es el día y este es el momento en que dejamos que el Señor toque nuestros corazones, nuestras vidas”.

“Cuando Jesucristo toca el corazón y la vida de los apóstoles, lo hace con ese saludo que conocemos: la paz esté con ustedes. Jesús le desea el don de la paz a la comunidad y les muestra sus manos y su costado, es decir, les está diciendo ´soy parte de esta historia, y la quiero continuar con ustedes´. Esta historia está marcada por el dolor en las manos, en el costado, pero que significa también Salvación” añadió.

Aseguró además que, “Jesús hoy nos invita, a ser partícipes a otros, que se involucren en este caminar, que sepan disfrutar de esta paz de Jesús, la cual no significa que nos quedemos tranquilos, sino que es la paz que me hace capaz de aceptar a mi hermano y a mi hermana, sabiendo que tenemos diferencias, que ninguno somos iguales, pero que en nuestro corazón está Cristo, quien viene a ayudarnos, a fortalecernos, a superar nuestras diferencias y a hacernos uno, como Él y el Padre lo son”.

Esta Misión Diocesana es en dos momentos: primero uno denominado Ad Intra, “hacia adentro”, y explicó que “cada uno de nosotros, como agentes pastorales, evangelizadores, primero tengamos un encuentro con Jesús. La Comisión Diocesana de Misión, en el equipo central junto a los demás colaboradores, que hay muchas personas allí, han elaborado una ficha de trabajo que busca poder profundizar en nuestra fe”.

Con este material “queremos decirle a la ciudad, a la sociedad: estamos en misión, estamos llevando el anuncio de Dios a todos los lugares, y en ese camino, tenemos que descubrir qué puertas tenemos que tocar, qué corazón tenemos que abrir. También tenemos que descubrir y saber llamar a aquellos que están al borde del camino, saber acoger a aquellos que vienen llegando, y tener memoria, y llamar a quienes han dejado al Señor, que han hecho distancia con Él, haciendo distancia con nosotros”.

“Será el mismo Señor que nos irá indicando el tiempo y el momento, de nuestra parte tiene que estar la disposición y sentirnos, y sabernos siempre instrumento. Somos portadores de la verdad de Jesús, y la queremos llevar y compartir con los demás, y para esto, nos impulsa el Espíritu Santo, nos impulsa la Misión, y nos lleva al encuentro”, agregó.

Explicó que en este tiempo en que la Iglesia “nos invita a hacer un camino sinodal, nos invita a ser compañeros de camino, es decir, nos recuerda una y otra vez, que no estamos solos: Jesús está con nosotros, el Espíritu de Dios está con nosotros. El Señor que nos ha convocado para estar en comunidad, en comunidad también nos envía y nos da la gracia de su Espíritu”.

“Que este Pentecostés cambie la historia de nuestras comunidades, de nuestra Iglesia diocesana, de todos nuestros pasos, lo que por supuesto no va a ser exento de situaciones de conflicto, sino que, teniendo la certeza de que el Espíritu de Dios está entre nosotros, enfrentamos nuestras dificultades de una manera distinta”, enfatizó el padre Cristian Cárdenas.

Fuente: Comunicaciones Osorno
Osorno, 29-05-2023