Con una Misa presidida por el Arzobispo de Concepción y Gran Canciller de la UCSC, Monseñor Fernando Chomali, se dio inicio a las actividades conmemorativas por el décimo aniversario del fallecimiento de Monseñor Antonio Moreno Casamitjana, quien fue Arzobispo de Concepción entre 1989 y 2006, y además fue el fundador y el primer Gran Canciller de la UCSC.

En la Eucaristía, celebrada en la Capilla Santa María Reina del Campus San Andrés, Monseñor Fernando Chomali se refirió a la calidad humana y la austeridad que caracterizaba a Monseñor Moreno, y también a la importancia de su legado.

“Qué profundo orgullo debe sentir Monseñor Antonio Moreno al ver el enorme crecimiento que tiene esta Universidad y cómo ha seguido consolidándose en la educación de la región y el país”, afirmó.

Además, destacó que “fue un hombre que quiso de corazón hacer la voluntad de Dios y que se entregó en cuerpo y alma a la misión”.

“Hoy día estamos rezando por su alma y la verdad es que la muerte sigue siendo el gran enigma de la condición humana. La muerte, esa realidad que se vive de manera tan personal que toca lo más profundo de nuestro ser”, agregó.

En ese contexto, reflexionó en torno a lo que significa la muerte para las personas y enfatizó que “nosotros tenemos una respuesta imbatible y es la respuesta, en definitiva, que ha llevado a la Iglesia a estar presente en la historia por más de dos mil años. Y la respuesta es un evento que nadie, ni la persona más inteligente podría haber imaginado, es una persona que muere y resucita, esa persona es Jesucristo, de naturaleza divina y naturaleza humana. Y es por eso que San Pablo dice que si Jesucristo no hubiese muerto, vana sería nuestra fe”.

“Toda la vida de la Iglesia gira en torno al misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo. Absolutamente toda la vida de la Iglesia. Esa es la tarea evangelizadora: Afirmar que Jesucristo murió por nosotros y resucitó, y la consecuencia de eso es que nosotros moriremos, pero resucitaremos junto a Él”, destacó.

Monseñor Chomali dijo que los Obispos tienen la responsabilidad de santificar, enseñar y gobernar. En ese contexto, sostuvo que Monseñor Antonio Moreno fue un gran misionero y señaló que la creación de la universidad fue un acto de gobierno: “Me imagino cuántas reuniones habrá tenido (…) cuántas alegrías habrá tenido al ver llegar a los primer alumnos, al ver a los primeros egresados, me imagino también cuántos problemas tuvo que franquear para salir adelante con esta obra magnífica, que es la Universidad Católica de la Santísima Concepción, de la cual todos nos tenemos que sentir tremendamente orgullosos”.

Monseñor Antonio Moreno Casmitjana fue Arzobispo de Concepción por 17 años y entre las múltiples acciones desarrolladas destaca el asumir la continuación de la obra educacional católica en la Región del Biobío, creando -el 10 de julio de 1991- la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

Licenciado en Sagrada Escritura en el Instituto Bíblico de Roma, cumplió como sacerdote un prolongado currículum académico en el Seminario Pontificio de Santiago, donde ocupó los cargos de docente y de Vicerrector. En la Pontificia Universidad Católica de Chile, se desempeñó como Decano en la Facultad de Teología, y como miembro del Consejo Superior en varios períodos. Fue elegido Obispo Auxiliar de Santiago en 1986, y ordenado obispo en 9 de julio ese mismo año. En 1989 fue nombrado Arzobispo de Concepción, cuando se desempeñaba como Vicario de la zona pastoral Norte de Santiago y presidía, además, el área de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal.

Este martes 1 de agosto, a las 10:00 horas, en el Teatro del Campus San Andrés, se realizará una cátedra denominada «Sello Universitario UCSC Monseñor Moreno Casamitjana», que será dictada por el Obispo de la Diócesis de Santa María Los Ángeles, Felipe Bacarreza.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 31-07-2023