Un regalo para la Iglesia de Concepción: Santiago Hameau fue ordenado Presbítero

Un regalo para la Iglesia de Concepción: Santiago Hameau fue ordenado Presbítero

La Misa de Ordenación fue presidida por el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali.

 
Sábado 05 de Agosto de 2023
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Santiago Hameau Davanzo recibió de manos del Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali Garib, la Ordenación Sacerdotal, en el templo Catedral, la tarde de este viernes 4 de agosto, día en que la Iglesia celebra a San Juan María Vianney, Patrono de los Sacerdotes y Párrocos.

En su homilía, Monseñor Chomali afirmó que fue un día de meditación “acerca de este gran misterio, que un joven va a ser ordenado sacerdote. Y hay una sola explicación: Es un regalo de Dios. No hay otra razón, no hay otra explicación. La vida, el bautismo, el sacerdocio, el episcopado, el papado, el matrimonio, son un regalo de Dios que nos llega gratuitamente, sin mérito alguno, y que lo recibimos con alegría en virtud de quien lo regala”.

“Este ministerio es de Jesucristo, brota de Jesucristo, tiende a Jesucristo. Este ministerio, regalado, tiene su fuerza, su esencia y su razón de ser en Jesucristo”, enfatizó.

El Arzobispo de Concepción sostuvo que “todos estamos llamados a rezar para que Santiago lo mire a Él, siempre. Contemple su gloria, contemple su Pasión y contemple su Resurrección. Y, contemplando, le diga “Señor, ten misericordia de mí, te pertenezco a Ti”. Contemplando, le hable a Él y solamente hablando con Dios y hablando de Dios, el sacerdote -y hoy Santiago- encontrará alegría y frutos en su ministerio”.

En ese contexto, dijo que “no es casualidad que él reciba la ordenación en el día en que celebramos al Cura de Ars, un hombre tremendamente humilde, para el mundo y para la Iglesia, porque en términos humanos el Santo Cura de Ars fue un fracasado y justamente es ahí donde se demuestra que todo sacerdocio es grandioso cuando está enraizado en la Muerte y en la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. Fracasado para el mundo, pero grande a los ojos de Dios”.

“¿Y qué hizo el Santo Cura de Ars? Fue fiel a lo que se le encomendó, rezó incesantemente, tuvo una confianza ciega en Dios más que en sí mismo, amó entrañablemente al pueblo que le fue confiado, sirvió, no esperó compasión humana, y entendió que la gran alegría del hombre está en hacer la voluntad de Dios (…) Y eso es justamente a lo que estamos llamados y eso es justamente lo que pedimos de nuestro hermano Santiago”, destacó.

Monseñor Chomali agradeció a Dios por este regalo que hace “a esta Iglesia, como es, no como quisiéramos que fuera. En este tiempo, en esta sociedad y con esta realidad que estamos viviendo, nos llega este regalo que el Señor nos hace. Y todo regalo, cuando es preciado se cuida. ¿Y cómo se cuida el regalo del sacerdocio? En primer lugar, siendo fiel a la promesa (…), siendo fiel al mandato recibido, siendo fiel a la misión de hablarle de Dios a los hombres, enseñar, siempre enseñar los misterios de Dios. Pero también hablarle a Dios de los hombres, a través de la oración asidua, a través de la Eucaristía y a través de la vida sacramental. Santificar, enseñar y gobernar son las tareas del sacerdote, desde un corazón curtido por el mismo Dios”.

“Hoy, Santiago, el mundo necesita más que nunca anunciar el Evangelio. La historia nos ha dicho que el hombre, la familia, las sociedades se alejan de Dios y terminan destruyéndose. No hay cimiento más sólido, no hay roca más sólida, que tener la vida personal, familiar, social y eclesial, fundada en Dios y esa será tu tarea: anunciar en todo lugar y a todo tiempo que Jesucristo ha resucitado y que Él es nuestro salvador, y que sin Él nada podemos hacer”, señaló.

El Arzobispo llamó a Santiago a no olvidar que “la misericordia será el signo distintivo de una vocación sacerdotal auténticamente enraizada en Dios. Y eso lo vas a hacer junto a otros, junto a este presbiterio que te acoge, junto a estos obispos, junto a esta comunidad, junto al Espíritu de Dios que te va a regalar discernimiento, junto a este pueblo de Dios que hoy está convocado. El sacerdocio es servicio y la autoridad se gana y se gana con el testimonio, no es poder que se impone, es la autoridad que se gana sirviendo”.

Además, pidió a la comunidad “que recen por las vocaciones sacerdotales”, ya que “después de la ordenación de Santiago, la Arquidiócesis tiene un seminarista. Será tarea nuestra, de nuestra oración, porque el Señor dice “Pídanle al dueño de la mies que envíe operarios para su mies”, que nos regale muchos sacerdotes, santos sacerdotes, entregados a la labor más hermosa que se puede hacer, que es anunciar a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, Luz del mundo, que nos vino a iluminar y que se nos regala día a día en la Santa Eucaristía, que tú, por la gracia de Dios, vas a empezar a celebrar”.

Nuevo sacerdote

Luego de la homilía, el Diácono Santiago Hameau fue examinado por el Arzobispo respecto a su voluntad de recibir el ministerio presbiteral, tras lo cual prometió obediencia a él y a sus sucesores.

Posteriormente, el Diácono en Tránsito se postró y la asamblea se puso de rodillas y entonó las Letanías de los Santos. Después, el Arzobispo de Concepción le impuso las manos, gesto que junto a la Plegaria de Ordenación, incorporó a Santiago Hameau al Orden de los Presbíteros. También le impusieron las manos los Obispos Auxiliares, Monseñor Oscar García y Monseñor Bernardo Álvarez, y los presbíteros presentes.

Tras la Plegaria de Ordenación, el nuevo Sacerdote fue revestido por Monseñor Bernardo Álvarez y el Padre Jorge Heredia con las vestimentas litúrgicas: la estola y la casulla, que fueron presentadas por sus padres.

Luego, el Arzobispo de Concepción ungió con el Sagrado Crisma las palmas de las manos del nuevo Presbítero, diciendo: “Jesucristo, el Señor, a quien el Padre ungió con la fuerza del Espíritu Santo, te auxilie para santificar al pueblo cristiano y para ofrecer a Dios el sacrificio”. Tras lo que le entregó las ofrendas de pan y vino: “Recibe la ofrenda del pueblo santo para presentarla a Dios. Considera lo que realizas, e imita lo que conmemoras, y conforma tu vida con el misterio de la cruz del Señor”.

Después, el Arzobispo y los Obispos Auxiliares saludaron al nuevo Presbítero con un abrazo. También fue saludado con gran alegría por sus hermanos sacerdotes, con profunda emoción por su familia y fue presentado al pueblo de Dios, que lo acogió con un fuerte aplauso.

Padre Santiago: “Les pido su oración”

Antes de la bendición final, el Presbítero Santiago Hameau se dirigió a la asamblea y reconoció que envió la invitación a su Ordenación una semana antes, “esperando no llamar tanto la atención” y bromeó ante una Catedral repleta, diciendo que “como pueden ver, mi plan funcionó perfecto”.

“¡Qué otra cosa puedo decir más que gracias! Gracias a Dios; gracias al Seminario, a la formación que me entregó a través de profesores, sacerdotes incluidos; gracias a los fieles de las diferentes parroquias donde me tocó participar: Mi parroquia de origen Nuestra Señora de Lourdes, Santa Cecilia en Talcahuano, Nuestra Señora de la Candelaria (…), la Parroquia San Pablo de Chiguayante y todas sus comunidades, y estando ahí también el Instituto Humanidades”, afirmó.

En ese contexto, el Padre Santiago Hameau aseguró que “creo mucho en el poder de la oración y sin ustedes no me habría atrevido ni siquiera a atravesar la puerta del Seminario. Así que si estoy aquí es gracias a su oración (…) Tengo real fe de que si estamos aquí, no sólo yo, sino los sacerdotes que han dicho que sí antes que yo y los diáconos, ha sido por la oración de todo el pueblo fiel, así que gracias a ustedes”.

Asimismo, agradeció a su familia, especialmente a sus padres, que “para que yo haya podido decir que sí a Dios hoy, ellos primero tuvieron que haber dicho que sí a la vida, si no existo, no puedo decir que sí. Eso mismo lo pueden decir todos los sacerdotes y cada uno de ustedes: el mayor don que hemos recibido es la vida”.

El Padre Santiago destacó que “por mucho que me alegre este día y que me hayan acompañado, tengo muy claro que ser sacerdote no es la meta. La meta la tenemos en común tanto ustedes como yo, como mis hermanos sacerdotes y diáconos, que es Jesús. La meta es Cristo, llegar a Dios (…) entonces hagamos eso, lleguemos juntos. Si me he consagrado, si he podido decir que sí a Dios es para ayudar en eso, espero no ser piedra de escándalo para nadie, sino que un apoyo para que puedan encontrar a Jesús, que los que ya lo han conocido se mantengan en ese camino y los que no, bueno, lo descubran y lleguen a conocerlo”.

“Así que si han rezado por mí y los sacerdotes hoy, con mayor razón les pido su oración ahora, porque la misión es grande y a veces da miedo y me dio miedo, en verdad, cuando estaba meditando y viendo que se acercaban los días para la ordenación. Da miedo la misión, porque es grande, y sin su ayuda no podemos llevarla a término. Así que gracias de nuevo y que Dios los bendiga a todos”, puntualizó.

“Un santo sacerdote”

El Padre Santiago Hameau es el sexto hijo de una familia de once hermanos y este viernes, con gran emoción y profunda alegría, sus padres, sus hermanos, su hermana, su cuñado y sus tres sobrinos estuvieron presentes.

La madre del Padre Santiago, Constanza Davanzo, expresó su emoción y agradecimiento al Señor, pues “es una alegría para nuestra familia, para nosotros como papás y para la Iglesia, un nuevo trabajador a su mies”

Asimismo, René Hameau, padre del nuevo Presbítero, señaló que “es la culminación de una etapa importante, que él ha esperado por mucho tiempo, lo veo también agradecido de la vocación que Dios le ha otorgado, así que estamos felices como padres”.

Ambos coincidieron en que piden a Dios que el Padre Santiago sea “un fiel y santo sacerdote”.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 05-08-2023
Video: Ordenación Sacerdotal Santiago Hameau Davanzo