Miles de fieles, amigos, familiares y representantes de todos los poderes del Estado, encabezados por el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, se dieron cita en la Catedral Metropolitana, al mediodía del 9 de febrero para participar en la misa de despedida de Sebastián Piñera Echenique y juntos rezar por el eterno descanso de su alma.

En la emotiva ceremonia los protagonistas fueron los familiares y amigos más cercanos del expresidente. Su hija Magdalena leyó la Primera Lectura; su amigo y sobreviviente al accidente en helicóptero, Ignacio Guerrero, el Salmo. En la Oración Universal estuvo su hermano José Piñera, algunos de sus nietos y otros amigos. Al concluir la eucaristía, su hijo Sebastián y dos de los nietos le dedicaron sentidas palabras a su padre y abuelo, respectivamente.

Monseñor Chomali expresó el pesar de toda la nación por las tragedias que han dejado un rastro de muerte y destrucción. Recordó a Sebastián Piñera como un ser humano antes que un líder político, destacando su rol como esposo, padre y abuelo. El Arzobispo extendió sus condolencias a la familia del expresidente, reconociendo el dolor compartido por amigos y personas que lo conocieron.

En su homilía (ver texto completo), resaltó la esperanza que ha provocado la unión de Chile frente a las víctimas del incendio y la repentina muerte de Sebastián Piñera: “Da esperanza ver personas de todos los partidos políticos, y algunos claros y nítidos adversarios políticos, en la guardia de honor junto al féretro. Da esperanza ver a los millones de chilenos que se conmueven ante la desgracia ajena y se solidarizan con claridad y sin ambigüedades. Da esperanza ver al gobierno entregando lo mejor de sí mismo para dejar claro que Chile es uno y que esa unidad es gracias al Estado de derecho que nos rige y que cuidamos, y a la democracia que tanto ha costado recuperar y de la cual nos sentimos orgullosos”, expresó el Arzobispo de Santiago.

Monseñor Fernando Chomali también destacó en su homilía la fe católica del exjefe de Estado, evidente en sus gestos y palabras. Desde sus actos simbólicos hasta su devoción a la Virgen María y San Alberto Hurtado, el Arzobispo resaltó la vida espiritual del expresidente. También subrayó la importancia que Sebastián Piñera le daba a la familia y al trabajo, elementos fundamentales que guiaron su vida y vocación política.

El último adiós de sus hijos, nietos y colaboradores

La misa de réquiem estuvo marcada por las sentidas palabras expresadas por el círculo más cercano del expresidente.

El exministro del Interior Rodrigo Hinzpeter fue el primero en hablar manifestando sentir mucho orgullo y emoción por haberlo conocido: “Nuestro corazón queda con una zona vacía, espero que el tiempo sepa llenarlo”, expresó.

Luego, fue el momento de Luis Urzúa, jefe de turno de los mineros que fueron rescatados tras el derrumbe de la mina San José en 2010, quien agradeció al exjefe de Estado por rescatarlos: “Hoy hay 33 banderas y no 33 cruces. Hoy en la mina San José esas 33 banderas flamearán, más una bandera que va a ser la de nuestro presidente, de nuestro rescatista. Por eso, la mina San José tiene que vestirse de orgullo porque ahí va a estar la vida, va a estar la fe, va a estar la esperanza”, indicó el minero en nombre de sus compañeros.

También quiso dar unas palabras de despedida su hijo, Sebastián Piñera Morel, quien compartió con los asistentes a esta misa cómo su padre vivió plenamente, alcanzando la armonía familiar y contribuyendo al bienestar de Chile. Destacó sus valores, compromiso con los derechos humanos y amor por la familia: “No me cabe el corazón en el pecho del orgullo por la vida de mi padre. Sebastián Piñera deja un legado imborrable de amor, compromiso y dedicación a Chile y su familia”, expresó con emoción el hijo del expresidente.

Asimismo, sus nietos mayores, León y Esperanza, llenos de emoción y tristeza por la partida de su abuelo, pasaron al altar a hablar de su “Tata”, como lo llamaban cariñosamente: “Tata, una vez me dijiste que en la vida se confrontan dos fuerzas, el miedo y el coraje. Me dijiste que el miedo nos lleva a no querer cambiar las cosas, a no querer avanzar, a no querer seguir y a no querer mirar. Y creo que en este momento siento miedo, siento el miedo de no querer avanzar sin ti, de no querer seguir una vida sin ti, el mejor abuelo, de no querer mirar un futuro en el que no estés a nuestro lado”, expresó con tristeza Esperanza, una de las 14 nietas del expresidente.

La eucaristía concluyó con un responso a Sebastián Piñera Echenique, que es una oración propia para los difuntos, en el frontis de la Catedral Metropolitana. Luego, el cortejo fúnebre se dirigió a La Moneda, donde el Presidente Gabriel Boric Font y algunos de sus ministros lo homenajearon, para pasar más tarde por la Pérgolas de La Flores, donde las floristas también lo despidieron, para dirigirse, finalmente, al Parque del Recuerdo, donde sus restos fueron sepultados en una ceremonia privada.

Fuente: Arzobispado de Santiago
Santiago, 09-02-2024