Arica forma Monitores para Colonias de Verano

Arica forma Monitores para Colonias de Verano

Vicaría de la Juventud encabeza la organización para atender a más de 1.500 niños en condición de vulnerabilidad.

 
Martes 28 de Diciembre de 2010
Con la participación de alrededor de 400 jóvenes se iniciaron las jornadas de formación para los Monitores de Colonias de Verano 2010 que espera atender alrededor de 1.500 niños en riesgo social.

Junto a los jóvenes monitores participaron del acto de inicio de las jornadas, Mons. Héctor Vargas, Obispo de Arica, P. Bernardo Carquin Vicario de la Juventud y el P. Miguel Angel Arredondo, Decano de la zona centro.

Colonias de Verano, es un servicio que prestan los agentes pastorales juveniles (de colegios, movimientos y parroquias) a niños y niñas de escasos recursos a través de la recreación, la formación en valores y el anuncio cristiano, en diversos lugares (centros) de la ciudad de Arica.

Esta actividad, simple e intensa, no es algo ajeno a la tarea de la Iglesia ni es una simple obra de beneficencia. Más bien, puede concebirse como una feliz expresión del servicio (diaconía) que la Iglesia joven presta al mundo a través de la promoción humana.

La experiencia de Colonias de Verano, es una instancia privilegiada para crecer en humanidad y en espiritualidad cristiana. En efecto, los niños destinatarios tienen la posibilidad de profundizar, a veces incluso de descubrir, su propia dignidad de personas, tantas veces oscurecida por el contexto familiar y social en que ellos viven. Por su parte, los jóvenes animadores, tienen la oportunidad de ejercitar y desarrollar la solidaridad, además de crecer en un sano espíritu de liderazgo cristiano. Motivados por las palabras del Maestro "Lo que le hiciste a uno de estos pequeños, que son mis hermanos, a mí me lo hiciste" (Mt 25, 40), los animadores que sirven en esta experiencia pueden estar alegres y ciertos que realizan una acción altamente valorada a los ojos de Jesús. Para ellos repite el Señor lo mismo que dijo a los 70 discípulos que volvían contentos después de la misión que realizaron sanando enfermos y expulsando demonios: “alégrense, porque sus nombres están escritos en el cielo”. (Lc 10, 20)

En el contacto con estos niños en riesgo social, los animadores se presentan como Discípulos - Misioneros del Señor Jesús, quienes "prestan" sus manos, su voz, sus gestos, etc., para que, a través de ellos, el Señor exprese su amor a quienes tanto quiere, los niños, especialmente si son pobres.

Fuente: Comunicaciones Arica
Arica, 28-12-2010
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