Estamos reunidos como Iglesia pueblo de Dios itinerante, para celebrar nuestra fe en Jesucristo, Pastor de la Iglesia. Por ello reconocemos en los migrantes y sus familias al mismo Jesús que vivió la realidad de la migración, al Verbo que se encarna y quiere ser acogido en nuestra sociedad desde las distintas razas, lenguas, etnias o naciones de todo el mundo.

La migración siempre acompañó la historia de los hombres de todos los pueblos, de todos los tiempos. Nuestro continente también expresa esta realidad de movilidad humana. Pero hoy, son miles de persona que están fuera de su patria y de su lugar de origen. Las grandes crisis en tantos lugares del mundo, los nuevos procesos de globalización, los fenómenos naturales y la dinámica misma de nuestras sociedades, nos hacen patente tiempo de cambios y de transformaciones para la humanidad misma, que Chile mismo como país, hace evidente.

Nos dice el Papa este año en el mensaje con motivo de la jornada del migrante y del refugiado: " En esta nueva situación debemos despertar en cada uno de nosotros el entusiasmo y la valentía que impulsaron a las primeras comunidades cristianas a anunciar con ardor la novedad evangélica, haciendo resonar en nuestro corazón las palabras de san Pablo: <> (1 Cor. 9,16)."

Por tal motivo la iglesia, sensible a esta realidad quiere mover en la sociedad, la necesidad de despertar los valores de la acogida y de la fraternidad entre las personas, para superar la discriminación, el racismo y tantos antivalores que nos aquejan a todos, especialmente, a los migrantes. ¡ Las Migraciones son un signo de los tiempos !

Esta Eucaristía es celebrada en Acción de Gracias a Dios por la vida de tantos migrantes y sus familias que con su trabajo constituyen un fuerte brazo de apoyo y contribución a las sociedades que los reciben y en testimonio vivo de Evangelización con su fe, así como también, por el trabajo de animación y coordinación de la Pastoral Migratoria de Chile, llevado adelante por INCAMI y todas las delegaciones a lo largo del territorio nacional.

Buscamos juntos un mundo más solidario y fraterno, reconociendo en la diversidad de etnias, razas y culturas, la fuerza de un nuevo Pentecostés para nuestras vidas y para Chile. En este momento, junto con el canto de entrada, recibimos las banderas de los varios países representados hoy en esta Celebración Eucarística. (Introducción a la Misa Día nacional del Migrante)

Fuente: Comunicaciones Arica
ARICA, 03-09-2012