La Misa por la hermandad entre Argentina y Chile a los pies del Cristo Crucificado del Tromen se desarrolla desde el 26 de febrero de 1950, cuando el primer Obispo de Osorno (Chile), Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, bendijo la imagen. Más adelante, esta Eucaristía se ha transformado en la ocasión para recordar la mediación de San Juan Pablo II en el conflicto limítrofe por el Canal Beagle, entre Chile y Argentina, y que concluyó con la firma del Tratado de Paz y Amistad en 1984 que evitó la guerra entre ambas naciones.

En esta ocasión, la celebración fue presidida por el Obispo de Neuquén (Argentina), Mons. Fernando Croxatto, y concelebrada por el Obispo de Villarrica, Mons. Francisco Javier Stegmeier (Chile), en compañía de sacerdotes de ambos países.

En su homilía, como parte de su mensaje, Monseñor Fernando Croxatto, Obispo de Neuquén, subrayó la importancia del acuerdo de paz entre Chile y Argentina, que cumple 40 años al finalizar este año. "Este acuerdo es un testimonio de renovación y acción de gracias, resultado del esfuerzo y la voluntad de muchos por alcanzar la paz", afirmó Monseñor Croxatto. Además, instó a que las fronteras no dividan ni enfrenten a las naciones, sino que las desafíen a buscar la unidad y la fraternidad entre los pueblos.

Se agradece especialmente a los párrocos de la parroquia San Sebastián de Curarrehue (Chile), el Pbro. Janusz Furtak, y al párroco de la parroquia San José de Junín de Los Andes (Argentina), el Pbro. Carlos Gómez, así como a todos los colaboradores y voluntarios que ayudaron en la organización del encuentro.

Fuente: Comunicaciones Villarrica
Villarrica, 05-03-2024